El Estado central se desintegra mientras que las dos grandes urbes están virtualmente controladas por Estados paralelos. La Paz está ‘ocupada’ por marchas que piden ‘nacionalizar el gas’ y ‘autodeterminación india’. Santa Cruz está dirigida por quienes quieren preservar la ‘libre empresa’, y allí se han proscrito manifestaciones y se demanda ‘autonomía’.
Mesa alerta del peligro de una guerra civil. De darse, ésta sería – más que un conflicto entre regiones que quieren separarse – una confrontación entre distintas fuerzas sociales que plantean modelos económicos contrapuestos. Uno es el retorno a medidas izquierdistas como las de la revolución de 1952. Otro es el mantener el modelo liberal creado hace 20 años.
Isaac Bigio
Analista Internacional