Ellos fueron el primer pueblo en abrazar el cristianismo pero vivían como ciudadanos de segunda en el califato otomano. En 1884-97 100 a 300 mil de ellos fueron masacrados. En 1915-17 posiblemente hasta 1,5 millón de ellos murieron, padeciendo formas de deportaciones, campos de concentración y gasificación que luego inspirarían a Hitler contra judíos, gitanos, gays e izquierdistas.
Mientras Alemania y Japón formalmente reconocen culpas en masacres en la II guerra mundial, Turquía insiste en negar el genocidio. EEUU e Israel tampoco aceptan ello pues no quieren herir al aliado musulmán.
El asunto cobra particular relevancia hoy pues ello y la actitud dura de Turquía ante sus minorías es algo que genera objeciones para ser admitida en la UE.
Isaac Bigio
Analista Internacional
