Han logrado llevar la guerra al corazón de las capitales de las potencias que les han invadido. En España ayudaron a desplomar a Aznar y a que este país se retire de Iraq. En Reino Unido han conseguido que una de las principales entidades reales de política exterior concluya que la ocupación a Bagdad alienta estos bombazos y que el gobierno vaya contemplando (al igual que el de EEUU) el repliegue de la mayoría de sus tropas.
La amenaza de otras explosiones en Italia empuja a que la oposición revitalice su demanda para abandonar Iraq.
El inicio del repliegue anglo-americano en Iraq podrá aumentará la moral de la ‘resistencia islámica’, quien no sólo querrá avanzar en ese país, sino en muchos de los 55 Estados musulmanes y, sobre todo, en Arabia Saudita.
Isaac Bigio
Analista Internacional