Australia logra así el único de los 32 cupos para Oceanía. Nuevamente Alemania muestra que puede tener un amuleto hecho con pata que no es de conejo sino de canguro. El segundo mundial que se juega en este país es el segundo en el cual los “socceroos” entran a tallar.
Australia ha derrotado al primer país que hospedó y ganó un mundial de balompié. Los canguros nunca destacaron en el fútbol pero sí en el rugby. Australia fue el primer anfitrión del mundial de la unión del rugby y es también el país que más mundiales ha ganado en dicho deporte.
El fútbol y el rugby tienen un origen común en Inglaterra. Sin embargo, aislados en un rincón del planeta los australianos no le dieron mayor importancia a lo que ellos y los norteamericanos denominan el “soccer” y más bien desarrollaron el rugby y su propio fútbol.
Este último se juega con 22 jugadores y con una cancha mucho más grande (185 metros de largo) que tiene tres arcos en cada lado. Si bien éste tiene rasgos similares al rugby (por el tipo de pelota empleada y por la posibilidad de usar las manos y coger al adversario) tiene mucha influencia de nuestro fútbol en el sentido que los goles deben ser hechos por tiros de pie.
En Londres los latinos suelen reunirse cada domingo en el parque de Clapham para vivara sus equipos en la copa latinoamericana de balompié y muy cerca de su cancha juegan los australianos su propio fútbol.
Para Japón-Corea del Sur 2002 los “socceroos” fueron eliminados por los charrúas. Esta vez en Sidney consiguieron una venganza, dulce para ellos, pero amarga (como el mate uruguayo) para los latinoamericanos.
Australia ahora quiere seguir los pasos de EEUU y toma en serio al mayor juego de pelota que hay en el globo. Al igual que los norteamericanos le da importancia al fútbol femenino y ha invertido bastante en el balompié masculino.
Para ello contrataron a uno de los mejores técnicos que hay: Guus Hiddink, quien dirigió a Holanda y a Corea del Sur hasta hacerles entrar en semifinales de mundiales. Su selección, además, está llena de cracks curtidos en clubes británicos y europeos.
En Oceanía Australia ha sido como un tuerto que es el rey en el país de los ciegos. Ha ganado todos los campeonatos de dicha región salvo en dos oportunidades en que quedó subcampeón. Para Corea-Japón 2002 Australia llegó a ganar en el Pacífico con las goleadas más espectaculares vistas en la historia de los mundiales. Venció a las Islas Cook 17 a 0, a Tonga 22 a 0, y a Samoa Americana 33 a 0 (¡un promedio de un gol cada 160 segundos!).
La tragedia australiana ha sido la de quedarse relegada a jugar siempre partidos con los equipos “parias” de otros continentes, en donde suele quedar eliminada. En 1970 y 1982 se midió con Israel, quien no podía jugar con sus vecinos, con quienes guerreó. En 1978 debió medirse con Taiwán, a quien China no quería ver en el grupo asiático.
Australia no solo ha querido llegar a Alemania 2006 sino mostrar que Oceanía puede dejar de ser la cenicienta del balompié global.
Isaac Bigio
Analista Internacional