La lucha contra la pobreza es uno de los Retos del Milenio de las Naciones Unidas y las cifras demuestran que ésta no es una realidad ajena a las sociedades más desarrolladas. Según el Instituto Nacional de Estadística (Encuesta sobre condiciones de vida, 2005), el 19,8% de la población española vive por debajo del umbral de la pobreza relativa, cinco puntos por encima de la media europea.
Se da especialmente en los hogares monoparentales o monomarentales con uno o varios hijos (con un 36,9% de hogares pobres) y en las familias numerosas (34,1%). En los últimos años se ha producido un incremento de las desigualdades sociales, en particular en los hogares con niños, una feminización de la pobreza y su concentración en los grandes núcleos urbanos.
En días posteriores la actividad se centrará en otros problemas relacionados con los derechos de la niñez, como son la educación, la salud, la justicia juvenil, la violencia, la situación de los jóvenes discapacitados y de las culturas indígenas, la de los niños que viven en la calle y los planes de infancia y la elaboración de leyes y códigos que les tengan en cuenta.
Barcelona coge el relevo de Venezuela y Perú
La primera edición del Congreso sobre los Derechos de la Niñez y la Adolescencia tuvo lugar en Isla Margarita, Venezuela, en noviembre de 2003. Organizado por el Estado venezolano y varias ONG, en aquel primer encuentro se analizó la situación de los derechos de los niños desde una perspectiva jurídica, y finalizó con dos grandes declaraciones. El “Gran Documento” identificaba la pobreza como elemento de discriminación que provoca la exclusión de miles de niños, niñas y adolescentes a causa de su situación socioeconómica y la Declaración de Porlamar incidía en la necesidad de garantizar el desarrollo integral de la infancia y la adolescencia como una obligación estatal, social y familiar.
Dos años más tarde, en noviembre de 2005, el II Congreso se celebró en Lima, Perú. En aquella ocasión, los dirigentes se comprometieron, en la Declaración de Lima, a completar el programa pendiente de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia de 1990 y alcanzar los objetivos y las metas a largo plazo, en concreto los que se incluyen en la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas. Con todo ello, se reafirmaba la obligación de los dirigentes de promover y proteger los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes, teniendo en cuenta las normas jurídicas establecidas por la Convención sobre los Derechos de la Infancia.
Ahora, España ha asumido el encargo de acoger el III Congreso Mundial, que estará organizado por la Obra Social "la Caixa" y ADDIA y coorganizado por la Universidad de Barcelona, el Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes, la Fundación Internacional Olof Palme, la Fundació Anar y Cometa, así como otras instituciones colaboradoras.
Por una incorporación de la infancia y la adolescencia en la ciudadanía activa
El objetivo del congreso es analizar la situación actual de la infancia y la adolescencia y avanzar en el cumplimiento de su derecho a ser escuchados y a participar en la construcción de su plena ciudadanía.
Los principales ejes temáticos sobre los que se articula este encuentro mundial son:
· El ejercicio de la democracia participativa desde la infancia y la adolescencia
· Experiencias y reflexiones en torno a la participación infantil
· Retos actuales y perspectivas de futuro de la participación infantil
· El protagonismo de la infancia en la erradicación de la pobreza y en la consecución de los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas
La tercera edición del Congreso estará dividida en dos grandes foros simultáneos:
· Foro de Adultos, que contará con la participación de expertos internacionales y representantes de las principales organizaciones vinculadas con los derechos de la infancia.
· Foro de la Niñez, en el que niños, niñas y adolescentes de países de todo el mundo podrán expresar sus ideas con total libertad y participar en los debates, en la toma de decisiones y en las actividades de comunicación.
La meta final consiste en consensuar el contenido de la que se conocerá como Declaración de Barcelona y que se hará pública coincidiendo con la clausura del congreso.
La lucha de "la Caixa” contra la pobreza infantil
La primera jornada del III Congreso está dedicada a abordar el problema de la pobreza y la exclusión que sufren miles de niños en las grandes ciudades de los países desarrollados y, en este sentido, se enmarca dentro del programa “la Caixa” y la pobreza infantil, una iniciativa cuyo objetivo es atender las necesidades mínimas vitales de los niños desde que nacen hasta que cumplen 16 años y las de las unidades familiares con menores que tienen necesidades sociales no suficientemente cubiertas y que se encuentran en un proceso de inclusión social.
La inversión de la Obra Social ”la Caixa” para este primer año de funcionamiento del programa de superación de la pobreza infantil, a escala nacional, es de 41 millones de euros, lo que ha permitido iniciar la distribución de ayudas a las diez ciudades españolas con mayor población, en las que se concentran las bolsas de pobreza más importantes. En concreto, éstas son Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia, Las Palmas, Bilbao y Palma de Mallorca. El objetivo es facilitar unas 90.000 ayudas en toda España durante este primer año de actividad. Hasta el año 2010, la entidad financiera tiene previsto destinar 300 millones de euros para ampliar el programa.
Para poner el programa en marcha en Barcelona, la entidad destina 7,4 millones de euros y prevé otorgar, durante este primer año, un total de 20.000 ayudas.
No existe ningún precedente a escala nacional ni europea de una entidad privada con un programa de estas características para luchar contra la pobreza. El programa de la Obra Social “la Caixa” completa la acción que llevan a cabo las entidades a favor de la inserción social de las familias con niños y representa una profundización de la entidad en su acción social más genuina, la asistencia a la necesidad como parte de un proceso integrador.
Un enfoque integral de la pobreza infantil
Las ayudas se centran en tres ámbitos: ayudas a la primera infancia (alimentación e higiene infantil), ayudas para la adquisición de ropa escolar y gafas y ayudas para la atención psicológica, social y educativa del menor (apoyo psicológico para el desarrollo del menor, terapias familiares, refuerzo educativo, cuidado de los menores en su domicilio y en centros abiertos de actividades de ocupación del tiempo libre).
Para poner en marcha el programa de superación de la pobreza infantil, “la Caixa” ha firmado convenios con 27 entidades sociales de toda España que trabajan codo con codo en la atención a la infancia y la asistencia a las personas con menos recursos. En Barcelona, se han seleccionado las cuatro entidades siguientes: Associació Professional Serveis Educatius de Catalunya (APSEC), Associació Casal dels Infants del Raval, Cáritas Diocesana de Barcelona y Federació d’Entitats d’Atenció i Educació a la Infància i l’Adolescència (FEDAIA).
A su vez, estas entidades cuentan con otras 38 organizaciones asociadas con las que trabajan en red. Las organizaciones colaboradoras se encargarán de identificar a los beneficiarios del programa y de adjudicar las ayudas en función de los criterios establecidos. La implicación de la Obra Social “la Caixa” es constante durante todo el proceso a través de una oficina técnica que se encarga de supervisar el funcionamiento del programa.
Para recibir las ayudas se han creado los Cheques CaixaProinfancia, un sistema de pago avalado por “la Caixa” para garantizar que las ayudas llegan directamente a las familias. Estos cheques son canjeables por servicios psicosocioeducativos en las entidades sociales y por productos de primera necesidad en más de 600 establecimientos del área metropolitana de Barcelona que forman la red de comercios solidarios (entre farmacias, ópticas y centros comerciales) y que indican su condición de colaboradores con un adhesivo de CaixaProinfancia.
”la Caixa”, comprometida con las necesidades de los ciudadanos
El Plan Estratégico de “la Caixa” 2007-2010 prevé aumentar su influencia en los ámbitos social, asistencial y de protección del medio ambiente, ampliando el número de personas y colectivos que se benefician de sus actividades. Durante 2007, “la Caixa” destina a su Obra Social 400 millones de euros, una cifra que representa un 25% del beneficio recurrente de la entidad financiera. Esta inversión sitúa a la Obra Social como la primera fundación privada de España, la segunda de Europa y la quinta en el ámbito mundial por volumen de presupuesto.
Además de la superación de la pobreza infantil, entre los objetivos prioritarios de la Obra Social “la Caixa” para 2007 se encuentran la prevención de la dependencia de las personas mayores, la erradicación de la violencia, el fomento del trabajo entre colectivos desfavorecidos, la concesión de microcréditos, la conservación y mejora de los parques naturales de toda España y la promoción de actitudes solidarias entre los jóvenes.