mediados de 1997, Bush, tras haber sido el blanco de fuertes protestas callejeras en su gira por Alemania e Italia, fue muy bienvenido en Albania. De 1944 a 1992 este fue el único Estado musulmán que tuvo una ‘dictadura proletaria’ atea y totalmente cerrada a EE.UU. Cuando todo el bloque soviético se alineó con Kruschev (inicios de los 1960s), Albania quedó con el único régimen europeo fanático de Stalin. Tras haber tenido la economía planificada y estatizada más aislada del planeta, Albania hace todo lo posible por abrir su economía al mercado occidental. Pronto esta república entraría a la OTAN como un peldaño hacia la Unión Europea.
Bush se ha encargado de cultivar el apoyo popular albanés a su potencia al convertirse en el padrino de la independencia de Kosovo.
El aval de Bush y Brown a la declaración unilateral de independencia de Kosovo abrirá una nueva caja de Pandora en la escena mundial.
Kosovo al separarse de Serbia se convierte en la primera entidad del ex “mundo comunista” que se independiza sin haber sido nunca antes una república. Esto, a su vez, generará nuevos movimientos separatistas en la convulsionada península balcánica (en la cual estalló la I Guerra Mundial).
También querrán la separación los albaneses que son mayoría en el oeste de Macedonia, los serbios que son mayoría en varias zonas de Kosovo, los serbios que tienen su propia república dentro de Bosnia, y también los croatas de Bosnia.
En Rusia varias naciones, como los chechenos, también reclamarán ser reconocidos por la ONU y lo mismo querrá hacer tres regiones pro-rusas de Georgia. El intento bushista de crear un nuevo Estado “amigo” de Kosovo contra Serbia podrá generar efectos tan desestabilizadores en el mundo que los que causó en el 2003 al invadir Iraq.
Isaac Bigio
Analista Internacional