Los que tengan ocasión de asistir háganos saber su opinión, la remitiremos a los organizadores, esto forma parte del proceso de acercamiento que se debe ir dando a todos los niveles entre españoles y chilenos.
Muchas de las inversiones españolas que están teniendo lugar en Chile se materializan en el sector agroindustrial, es habitual ver empresas de toda la Península en la olivicultura, en la vinicultura, hortalizas, el sector frutícola, en el pesquero, en el cárnico, en el lácteo, y también en la gastronomía local. El clima mediterráneo que cubre gran parte de la tierra chilena, unos mil quinientos kilómetros en el hemisferio sur, es propicio para que el emprendedor español extienda su saber y conocimiento aprovechándolo en beneficio propio y de paso contribuye a un mejor aprovechamiento de las condiciones locales.
Turismo y gastronomía van juntos. Chile también aporta paisajes de una belleza que conmueve, son cuatro mil trescientos kilómetros de largo llenos de vida, recién el mundo está tomando conciencia de su existencia lo que los hace muy atractivos, está todo por descubrir. Las cuatro regiones del sur y extremas, – Los Ríos, Los Lagos, Aysén y Magallanes-Antártica-, están impulsando inversiones en el sector náutico, aprovechando la presencia de parques y reservas nacionales, imponentes ventisqueros y glaciares, selvas vírgenes, ballenas azules y pingüinos, constituyen atractivos patagónicos que sólo pueden apreciarse desde ríos o desde el mar, características que reafirman el indiscutible potencial existente para todo lo relacionado con servicios náuticos asociados al turismo, área incipiente en nuestro país, pero muy consolidada y creciente en el mercado internacional con la llegada de grandes cruceros turísticos.
El austriaco Köppen trazó una clasificación de los climas del mundo basada en dos variables: la temperatura y el régimen de precipitaciones. Este sistema se sigue usando en líneas generales y es la base de la tabla de climas. Estos son tropicales, secos, templados, fríos, polares y de montaña.
En Chile los puede encontrar todos menos el tropical. El norte grande: con su encanto altiplánico, las aves del lago Chungará, el desierto más seco del mundo, rodeado de volcanes y salares de impresionante belleza. El norte chico: con el cielo más limpio del planeta, hermosas playas de aguas tibias y el esotérico Valle del Elqui. El litoral central: la principal zona de playas del país, incluyendo Isla de Pascua y el archipiélago Juan Fernández. Santiago: la capital política y administrativa de Chile, la que concentra la mayor actividad cultural de la nación. La zona centro: que conserva la tradición campestre y folclórica del pueblo chileno. La Araucanía y Los Lagos, la tierra del pueblo mapuche, con más de 15 lagos rodeados de selva autóctona, ríos aptos para la pesca de truchas y salmones y la ya mencionada Patagonia.
Chile entero es una oportunidad. Así lo han entendido los habitantes que lo pueblan, cada uno se ha vinculado con el pedacito en la zona que la ha tocado vivir, la lleva clavada en el alma allá a donde va, han actuado como verdaderos promotores favoreciendo al que empresas venidas de todo el planeta se vayan instalando y aportando al desarrollo del paraje elegido.
Quién se acerca a Chile difícilmente quedará indiferente, casi con toda probabilidad tratará de impulsar algo, establecer algún tipo de vínculo que lo haga regresar muchas veces, sea este de negocio o de placer, lo importante es volver.
Al que viene de afuera se le recibe con los brazos abiertos, esto lo dicen aquellos que se han quedado o que tornan frecuentemente, son los otros chilenos, los de adopción, los que con sus conocimientos y ganas de hacer cosas se han sumado al esfuerzo de los de adentro, unidos han situado al país entre los primeros lugares de los emergentes apunto de acceder a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En efecto, hay confianza en que Chile se convertirá el próximo año 2009 en miembro pleno de la OCDE, actualmente es miembro observador. Nuestro Ministro de Hacienda, Andrés Velasco, señaló "tenemos la legítima aspiración de convertirnos en uno de los primeros países del mundo emergente, el segundo después de México en América Latina, en ser miembros plenos de esta asociación de economías avanzadas y exitosas", afirmó.
Para este año 2008, el Banco Central en una reciente revisión de proyecciones, estimó que Chile crecería entre un 4% y 4,5%. En tanto la OCDE prevé para Chile un crecimiento del 3,9%, basado en la caída en los precios de las materias primas y las presiones inflacionarias ocasionadas por la depreciación de las monedas locales. A medida que los mercados externos comiencen a recuperarse, la economía chilena cogerá más fuerza. Chile es una alternativa para estos tiempos de crisis.
Wolf & Pablo