Se contactó con varias fábricas italianas para recibir muestras de sus productos. Para su sorpresa, no sólo tuvo lo solicitado, sino también el poder para representarlas en Chile. En 1976 fundó Atika, hoy en manos de su hermano mayor Manir, y 20 años después MK, que hoy factura US$ 12 millones. Pero Khamis no se cierra sólo a una posibilidad.
Los buenos resultados le permitieron codearse con la crème de la crème del empresariado palestino, los que después lo invitaron a comprar un banco. Fue cuando participó en una de las llamadas "10 mezquitas", como se denominó a los empresarios que adquirieron Banco Osorno en 1986.
La "mezquita", compuesta por él, su hermano Manir y sus socios Walter y Choe Jadue, invirtió US$ 1 millón en el proyecto, y luego de varias capitalizaciones triplicaron la suma inicial. Hoy planean invertir en los alrededores del aeropuerto, proveyéndole servicios. La inversión en la compra de las 20 hectáreas aledañas fue de US$ 2 millones y planean facturar cerca de US$ 4 millones en el futuro.
También es propietario de Palmers, una empresa de ropa interior que renta, según Khamis, US$ 8 millones, y de Comercial Trama, que vende telas y factura US$ 7 millones. Como si fuera poco, hoy está tentado con crear un negocio de aceite de oliva en un campo de un cercano de la IV Región llamado "Quebrada Seca".
Este año crearon MK-Tec, una unidad de ingeniería que permitirá ahorrar un 30% de los gastos energéticos a las empresas y acaban de obtener una representación del grupo Slim en Chile, Porcelanita, cuyo producto llegará para cubrir la necesidad del segmento que demandaba la de la cerrada Cerámicas Cordillera.
Pero el trabajo no lo es todo. Ama la música, y cuando puede toca el laúd. Y es que Maurice Khamis es en realidad un hombre tranquilo, casi un romántico, a quien le gusta "el sistema de la escalera, el paso a paso. Si me resbalo, me resbalaré un solo escalón, no todos". Es que, cuenta, "sin pasión, no hay éxito".