EL PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL DE CHILE EN REUNIÓN ANUAL DEL FMI Y EL BANCO MUNDIAL

Pero pese a la incertidumbre prevaleciente por la falta de confianza en los mercados financieros de países desarrollados, espera que el escenario "se debería empezar a estabilizar en las próximas semanas".

Algunas grandes empresas chilenas han tomado una actitud de cautela respecto de sus proyectos futuros. "Si muchas empresas comienzan a revisar sus planes, eso va a tener efecto sobre la inversión. No cabe la menor duda. Cuánto y cómo se desarrolla este hecho, sin duda es un evento que tendremos que tomar en cuenta para tomar las decisiones de política monetaria", comentó De Gregorio.

La situación "se ve desde todo el mundo como bastante complicada", comentó durante un encuentro con la prensa realizado en una plaza contigua a los edificios del FMI. En este contexto, remarcó que el instituto emisor sigue muy atento todos estos eventos y vamos a actuar, en la medida en que sea necesario, para asegurar el funcionamiento de nuestra economía. "En el Banco Central estamos comprometidos en minimizar todos los efectos que esta crisis tiene. Los va a tener, sin duda, pero estamos encargados de tener los buenos cortafuegos y de permitir que el desarrollo de nuestro país pueda seguir y salga fortalecido", dijo.

El instituto emisor ha adoptado una serie de medidas, las últimas de ellas el viernes, orientadas a proveer la liquidez necesaria al mercado financiero chileno. Las disposiciones están orientadas a la disponibilidad de dólares, en una situación en que las líneas de créditos internacionales de los bancos chilenos se encuentran prácticamente cerradas.
Desde el punto de vista financiero, dijo De Gregorio, muchos esperan que los mercados se tranquilicen "el martes, por ejemplo. Pero pueden pasar un par de semanas. Se toman medidas cada día. Se está clarificando un poco el panorama de qué se va a hacer con los US$ 700 mil millones de los que dispone el Tesoro (el Ministerio de Hacienda norteamericano) para hacer estas operaciones de rescate, pero la verdad es que tenemos que esperar. (…) En un mundo donde ha aumentado la demanda por liquidez, nosotros la vamos a proveer".
"El sistema financiero tiene bastante integración con el resto del mundo, pero su dependencia como parte del balance global es de las menores que hay cuando uno mira su endeudamiento con el exterior. Aproximadamente el 7% de sus pasivos son con el exterior", recalcó.

Tanto el presidente del Banco Central como el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, no han precisado el impacto que tendrán las turbulencias financieras sobre el crecimiento de la economía chilena. El FMI estimó que el próximo año la expansión de la actividad en el país podría caer por debajo del 4%, que es la cifra prevista en la ley de Presupuestos. Empresas privadas, como Cencosud, ya hablan de una expansión de la actividad de 2% y el banco JP Morgan espera una desaceleración hacia 2,5%. "Es prematuro empezar a hablar de proyecciones en este momento. Lo que está claro es que el crecimiento mundial va a ser menor del que nosotros preveíamos. Se vio en las discusiones que tuvimos en la reunión de gobernadores del FMI, que tendremos un crecimiento del mundo desarrollado cero. Los países desarrollados no crecen, recesión en los países desarrollados. Aunque las economías emergentes siguen creciendo".

Con la crisis, los riesgos que se veían por la inflación han disminuido. Para Chile, el FMI apuntó que es posible que el menor crecimiento reduzca la presión sobre la capacidad de la economía y de los precios. "Lo que estamos observando (en el mundo) es un shock de demanda y un shock de demanda hace el trabajo que le toca a la política monetaria. Eso es lo que tenemos que ir graduando. Si aquí viene un escenario de desinflación del mundo, eso permite una política monetaria distinta a la que uno preveía en un escenario de mayor dinamismo", enfatizó.