Esta medición, que intenta dar cuenta del poder de compra efectivo que posee un dólar, es muy utilizada por las autoridades económicas y, de hecho, es la variable que miran al analizar la evolución del peso chileno y si está alineado o no con sus fundamentos.
Para ello se toma el tipo de cambio nominal y se multiplica por el resultado de la división las variaciones de los precios externos relevantes para Chile y la inflación local. El jefe de Análisis Económico de BanChile, Rodrigo Aravena, sostiene que como la inflación externa ha ido en aumento -principalmente en los países desarrollados- a un ritmo mayor que en Chile, la diferencia entre ambos indicadores es menor, y además el tipo de cambio nominal ha aumentado, lo que lleva al alza al TCR.
“Esta es una buena noticia para los exportadores, el escenario que enfrentan es mucho mejor que en el primer semestre”, afirma Aravena, aunque añade que es difícil prever el panorama futuro para ese sector, debido a la crisis económica internacional.
Por su parte, el economista jefe de Santander GBM, Pablo Correa, indica que sus cálculos entregan un TCR un poco más bajo que el de la CCS, ubicándose en 97,3 puntos en agosto, cifra que de todas formas es la más alta desde julio de 2005.
