Nos confiesa que la flacidez es uno de los problemas estéticos de más difícil solución, pero si conseguimos mejorarla, nuestro aspecto sufre un cambio positivo radical. El prestigio de esta profesional de la medicina estética radica en su exquisita prudencia a la hora de aplicar cualquier tipo de tratamiento invasivo, lo que garantiza un cien por cien de naturalidad. Esto, unido a su enorme honestidad y objetividad, la convierte en una de las voces más acreditadas en la elite de la medicina estética.
La Doctora Espaulella ha apostado por la alta tecnología del Aura Ir para luchar contra la flacidez y su entusiasmo al hablar de los excelentes resultados de la aplicación de esta luz infrarroja sobre el rostro, el cuello, los brazos e incluso la parte interior del muslo, nos hace pensar que estamos ante un importante avance en este sentido.
Nuria Espaulella nos habla con serenidad sobre el Aura y sus efectos sobre el envejecimiento facial y corporal, pero también de otros aspectos importantes para conservar una piel bella y sana.
Siempre nos referimos a las arrugas, pero la flacidez es tanto o más responsable que éstas de nuestro mal aspecto. ¿Es así?
La flacidez es una de las principales causas de que nos veamos la piel, sobretodo la de la cara, mal. Tanto la arruga como la flacidez. Si podemos conseguir mejorar la flacidez de la cara hay una gran proporción de la cantidad de arrugas que desaparecen y nos vemos la piel muchísimo mejor.
¿Pero es un problema claramente detectable por parte de la persona?
Creo que sí. Lo que ocurre es que normalmente la persona no acude a los profesionales pidiendo consejos sobre qué tipo de tratamientos hay contra la flacidez, sino que lo que realmente le preocupa son problemas muy concretos como las arrugas muy marcadas. Lo cierto es que si mejoramos la tonicidad en general todos esos problemas concretos mejoran también. La incidencia del tratamiento sobre esa arruga que le preocupa en concreto a la persona es siempre mucho más “light” que cualquier acción que pudiéramos realizar sobre la propia arruga en particular.
Hablaremos ahora del “Aura”, el nuevo tratamiento que usted recomienda para la flacidez, pero dígame antes. ¿Existe la polémica entre la medicina estética y la cirugía estética?.
En absoluto. Siempre es interesante poder comenzar un tratamiento a través de un método mucho menos agresivo que el quirúrgico, aunque siempre hay que valorar muy bien qué es lo que necesita esa persona. En algunas ocasiones la medicina estética no tiene recursos para poder hacer frente a un problema y hay que recurrir a la cirugía. En otras ocasiones al final se acaba recurriendo a la cirugía pero hemos podido aplazarla unos cuantos años, algo que la piel agradece mucho. Debemos pensar que aunque los resultados son buenos, la cirugía siempre es mucho más agresiva y las secuelas post-quirúrgicas siempre pueden ofrecer problemas.
Pero la medicina estética ha avanzado de una manera increíble…
Es siempre interesante valorar las opciones que da la medicina estética con el fin de poder espaciar las intervenciones quirúrgicas. Algunas veces la única solución pasa por visitar el quirófano, pero otras no. Podemos recurrir a métodos, llamémoslos, más suaves en cuanto a que no necesitamos un bisturí, un tratamiento mucho más agresivo o un protocolo que suponga una lesión en el lecho bascular y nervioso.
Métodos sin bisturí y tratamientos muy avanzados y variados. ¿Cierto?
Tenemos en nuestras manos un abanico de tratamientos realmente muy efectivos y que si están manipulados por un profesional no tienen por qué causar ningún tipo de problema. Evidentemente en cualquier tratamiento pueden aparecer complicaciones, por lo cual es muy importante acudir a alguien que nos merezca toda la confianza. Hay que especificar que la mayoría de las veces no se plantean problemas en sí, pero sí puede surgir algún tipo de reacción que asuste en un primer momento al paciente. Si esto ocurre es mejor acudir al profesional que aplicó el tratamiento, el cual seguro encontrará una solución satisfactoria.
¿Los mismos tratamientos para todos los médicos o fórmulas magistrales?
Existe un gran abanico de productos en el mercado de diferentes casas comerciales pero con pequeñas diferencias. Podríamos decir que cualquier persona tiene a su alcance los mismos tratamientos. La elección de uno u otro dependerá del profesional y de lo que éste opine que necesita su paciente. No existen soluciones milagrosas o pócimas mágicas al alcance de un profesional. No. Todos tenemos acceso a este tipo de arsenal terapéutico que cuenta con todas las garantías sanitarias tanto de nuestro país como de los demás países.
Es que con tanta polémica y alarmismo en ciertos programas la desconfianza está servida en bandeja de plata…
Le diré que este tipo de polémicas nunca son buenas, porque generalmente no están tratadas con seriedad. Es cierto que a veces la sensación de las personas es que los médicos estéticos queremos solamente ganar dinero a costa de inyectar agua, pero no es así en absoluto.
¿Estamos los españoles bien informados sobre qué podemos o no pedir a la medicina estética?
Depende. Hay personas que vienen muy bien informadas y otros simplemente creen que están bien informados. Pero lo que sí es verdad es que hay mucha gente que vienen a buscar un tratamiento específico y puntual, pensando que así puede solucionar su problema para siempre. Esto no es posible. La piel es un órgano muy importante del cuerpo que tiene una gran superficie en constante evolución. Esto quiere decir que si lo que deseamos es mantenernos bien, vamos a tener que estar siempre debiendo aplicar algún cuidado. Bien sea de una esteticista, de un médico estético o de un cirujano plástico.
¿Cuándo debemos comenzar a cuidar nuestra piel?
Lo lógico sería que comenzáramos a cuidarnos la piel desde muy temprana edad. Primero con una buena higiene, porque a veces esto se descuida; y a partir de una cierta edad con cremas suaves pero que vayan hidratando la piel. La mayoría de las personas que vivimos en ciudades con una polución importante debemos, desde muy temprana edad, mantener hábitos de una buena higiene de la piel y una buena hidratación. A medida que cumplimos años debemos, evidentemente, aumentar los cuidados. Hidratación extra, vitaminas etc.
¿Y la flacidez?. Porque a veces la persona se ve diferente, pero no consigue ser realmente consciente de que su cara se ha descolgado.
La flacidez va apareciendo poco a poco. No de hoy para mañana. Es progresiva y normalmente nos acostumbramos a ella. La detectamos, por ejemplo, cuando comparamos fotos tomadas con dos años de diferencia, pero si no lo hacemos nos vemos más o menos igual. Nos alarmamos más cuando vemos una arruga nueva. Cuando aparece la flacidez necesitamos un tratamiento mucho más intensivo.
¿Qué es "Aura"?
Se trata de incorporar al tratamiento estético un tipo de aparatología que ya se está utilizando desde hace bastante tiempo en medicina, que son los infrarrojos. Es el infrarrojo con una longitud de onda mayor que la que se utiliza, por ejemplo, en traumatología para la rehabilitación. Está dando unos resultados muy buenos en cuanto a reafirmación facial, reafirmación del cuello – una zona realmente difícil-, reafirmación de brazos – cuyo descolgamiento preocupa mucho sobretodo a las mujeres – , e incluso reafirmación de la zona interna del muslo, una zona donde la flacidez resulta muy complicada a la hora de tratarla. En estos aspectos hasta ahora teníamos pocas armas de combate y con este nuevo aparato estamos obteniendo resultados realmente buenos.
¿Tiene algo que ver con la radiofrecuencia?
En absoluto. La radiofrecuencia es una corriente uni o bi-polar y el Aura es luz infrarroja. Hasta ahora la aparatología que se estaba utilizando para tratar la flacidez y buscar la reafirmación era la radiofrecuencia. Hay una gama muy amplia de aparatos de radiofrecuencia en el mercado que trabajan a distintas intensidades. El infrarrojo aplicado a la flacidez a mi me ha sorprendido realmente, tanto a nivel de eficacia del tratamiento sobre la flacidez como de mejoría de la textura y de la calidad de la piel. Consigue una excelente compactación del colágeno gracias a la estimulación térmica. Además el tratamiento no presenta los problemas que a veces genera la radiofrecuencia. La alta intensidad de la radiofrecuencia puede crear lesiones en profundidad. Los infrarrojos ofrecen mucha seguridad y un resultado excelente a largo plazo, además de un efecto flash muy beneficioso.
Parece menos agresivo que la radiofrecuencia…
Definitivamente no es un tratamiento agresivo. Además es muy agradable a la hora de recibirlo. El único efecto que se nota es un ligerísimo calentamiento de la piel que en ningún momento llega a molestar. Pero lo que más gusta al paciente es el efecto positivo inmediato, aunque es el efecto a largo plazo el que realmente sorprende. La tonificación que conseguimos es realmente muy buena.
¿No hay que esperar seis meses para ver los resultados?
No. Paulatinamente la paciente nota como mejora su aspecto. No hay que esperar seis meses como ocurre con la radiofrecuencia. Además, al no ser un tratamiento tan agresivo no necesitamos ir haciendo sesiones de recordatorio. Una vez recibido el tratamiento completo repetiremos una sesión o dos al cabo de un año, dependiendo de la edad de la paciente y del problema específico que tenga. No necesitamos repetir el tratamiento cada mes o cada dos meses.
¿Cómo sería un tratamiento estándar?
Un tratamiento estándar estaría compuesto por un ciclo de seis sesiones. Las tres primeras las realizaremos entre espacios de un mes y las dos siguientes las espaciaremos mes y medio o dos meses. La tercera tardaremos un poco más, o dependiendo de la persona, puede que no sea ni siquiera necesaria. Una vez finalizado el tratamiento haremos otra sesión al cabo de seis o doce meses. Necesitamos espaciar las sesiones para dar tiempo a la piel a sintetizar el colágeno. El procedimiento sería el mismo para cualquier zona del cuerpo a tratar.
¿Quién es el receptor ideal de este tratamiento?
El tratamiento está indicado en todas las edades y en todos los casos. Lo que ocurre es que si lo estamos aplicando a una persona joven que ha adelgazado y que se encuentra con la flacidez, probablemente con una tanda de cinco o seis sesiones podremos conseguir un resultado final muy aceptable. Si el paciente tiene una edad más avanzada, por ejemplo sesenta años, evidentemente el resultado no va a ser el mismo. Necesitaremos quizás más sesiones o alternar con otros tipos de tratamiento. El resultado, no obstante, es buen a todas las edades.
Y dígame. Aconséjenos una rutina lógica y accesible para mantenernos con un aspecto impecable.
El buen hábito estándar en una persona de unos cuarenta años para conseguir un óptimo mantenimiento se establecería en la visita dos o tres veces al año al médico estético. Una sería después del verano, una época en la que seguro hemos agredido más de la cuenta a nuestra piel y otra después del invierno. Estas serían dos excelentes referencias para mantener la piel con un mínimo de cuidados que nos garantizarán una buena calidad de piel.
¿Cuánto más pagas mejor quedas o esto no es cierto?
Esto es algo que hay que desmitificar. Por supuesto que cada profesional tiene su baremo porque estamos en un mercado libre. Pero también es cierto que la mayoría de los profesionales tenemos unos honorarios absolutamente accesibles a la mayoría del público. Somos un país con un nivel de profesionales médicos muy bueno y podemos conseguir resultados iguales a los que garantiza cualquier otro profesional. Lo importante es que las personas se conciencien sobre la necesidad de acudir a un profesional médico a la hora de optar por este tipo de tratamientos. La mayoría de los profesionales son muy honestos con el trabajo que están realizando y es muy fácil encontrarlos. Recurriendo al Colegio de Médicos sección médicos estéticos.
Gema Castellano