El departamento de estudios está encargado de elaborar la medición. Con él trabaja la consultora Aserta, en particular Luis Riffo y Hernán Frigolett. Este último economista fue uno de los encargados de las cuentas nacionales del Banco Central de Chile. Por ello, la metodología que se aplica es la misma que para medir el PIB de otras actividades productivas. Riffo, en tanto, trabajó en el INE.
Los resultados de este informe son una primera foto del PIB Cultural en Chile. En el ministerio, con sede en Valparaíso, enfatizan que se trata de resultados preliminares, porque sólo midieron tres actividades: libro e industria de impresos, audiovisual y música, además de actividades colaterales. Para este año, incorporarán cuatro nuevas áreas: danza, teatro, fotografía y artes visuales. Están trabajando conjuntamente con el Instituto Nacional de Estadísticas, para agregar a sus sondeos habituales -como la Encuesta Nacional Industrial Anual y la Encuesta de Servicios y Comercio- preguntas sobre los rubros artísticos que se quieren medir e incluir en los nuevos cálculos. De acuerdo con las tres áreas medidas (con datos de 2005), el PIB cultural en Chile representa el 1,3% del total de la actividad económica nacional. En dólares, son US$ 1.538 millones, un monto que se elevaría al incorporar nuevos sectores.
La cifra puede aparecer modesta al lado del 14,5% que aporta la minería, pero es comparable con actividades productivas como la fruticultura. El ministerio busca dimensionar de esta manera el aporte de la cultura a la economía chilena y contar con indicadores que fueran "confiables, periódicos y comparables a nivel internacional", revela el estudio.
La actividad cultural debe mirarse "con mucha responsabilidad", asegura Isaac Frenkel, presidente de la Fundación Beethoven -entidad encargada de promover la música clásica-, por lo que estas iniciativas van en la dirección correcta para impulsar la actividad cultural en el país. "Hacer mediciones siempre es bueno, porque eso permite diseñar mejor cuánto del PIB se requiere entregar a la cultura", opina Frenkel.
Una medición como ésta "es extraordinariamente importante, porque de alguna manera se está midiendo internamente cuánto influye en el país la producción artística nacional y cultural en el PIB", considera Jaime Meneses, director ejecutivo de la Corporación Amigos del Arte.
Sin embargo, Meneses hace hincapié en que estudios como éste deben realizarse con la metodología indicada, de manera que representen la verdadera actividad cultural que se realiza en Chile. Los expertos que han trabajado en la materia, a cargo de la profesional Sofía Lobos en el Consejo, tienen claro que la metodología está aún siendo perfeccionada y que los resultados mostrados son preliminares.
En esta etapa preliminar, el Consejo Superior de la Cultura y las Artes abordó tres áreas específicamente. área audiovisual: incluye radio y televisión, exhibición de cintas y video filmes, así como la producción y distribución de películas. Libros e impresos: se incluyen actividades de impresión, edición de libros, edición de periódicos y revistas y otras actividades de servicios. Música: se incluyó la reproducción de grabaciones, actividades teatrales y musicales. El estudio incorporó otras actividades de apoyo para todos estos sectores.
En los países desarrollados el promedio del PIB Cultural es 3%