Lo que comenzó siendo una discoteca en el Sitges de los años ’60 ha trascendido hasta convertirse en todo un estilo de vida que implica el diseño, la música, la hostelería, la hotelería, el merchadising, las joyas, la comunicación o los perfumes; y millones de incondicionales a las “dos cerezas” comparten ideología y local de ocio en los cinco continentes. Las cuentas de resultados del conglomerado empresarial de Ricardo Urgell pasmarían al más adinerado de los mortales y su modelo de negocio es, sin duda, digno de estudio en las mejores escuelas de negocios. Sin embargo, esto no ocurre. Y es que Ricardo Urgell es un empresario de la noche, y en España para ser ungido como empresario de éxito y prestigio hay que dedicarse a la construcción, la inmobiliaria o a la banca.
A pesar de que el turismo ha sido nuestra mayor fuente de ingresos durante décadas el ocio nocturno siempre se ha cuestionado y los empresarios con negocios de esta índole ninguneados. A Ricardo Urgell le duele esta situación y quizás por esto valora sobremanera la ‘Medalla de Oro al Mérito Turístico’ que le impuso Rodrigo Rato cuando era ministro. Lo cierto es que voces entendidas como Urgell deberían ser más escuchadas en previsión de una, ya anunciada por Ricardo Urgell, crisis turística. Acaba de ‘sacar’ su segundo libro sobre el 40 aniversario de su marca Pachá, y en el Sweet Pachá de Sitges, donde lo ha celebrado con sus amigos de siempre, hemos hablado con él.
Un libro difícil si lo juzgamos por las ausencias que se pueden producir ¿no cree?
Cierto. Recopilar tantos datos de tanta gente no es fácil. Aún así siempre falta alguien, pero el resultado es un gran libro que recopila una historia de cuarenta años. Como ya sabes, hay un primer libro que se editó en el ’92; y éste segundo incluye la historia de estos últimos quince años. Espero tener tiempo para sacar a la luz un tercero.
¿Qué pretende con este libro?… ¿O es simple añoranza?
Yo simplemente pretendo plasmar en imágenes lúdicas cómo han sido estos cuarenta años. Homenajear a gente que trabajó y vivió con nosotros, a clientes y amigos muy fieles, etc. En realidad son cuarenta y uno, aunque en el libro redondeemos y hablemos de cuarenta. Me gusta recordar ciudades como Barcelona, Madrid, Ibiza, Playa de Aro, Sitges…todo el recorrido “pachaguero”, refiriéndome a Pachá.
¿A personajes como Piti Urgell, su hermano y alma Mater de la música del Flower Power? ¿el gran desconocido de Pachá…?
Piti, por ejemplo, hoy no ha venido. Es por eso que siempre es un gran desconocido. A mi hermano, que ha vivido conmigo la experiencia de estos cuarenta y un años, normalmente no le gusta estar en estos eventos y siempre consigue escaparse. Esta mañana ya le he dicho que me parecía muy mal que no estuviese aquí, pero él es así.
Cómo decía antes, ¿el alma del Flower Power?
No lo dudes. Es el alma del Flower Power, porque cuando era discjokey en la época de los ’70 inventamos juntos la fiesta del Flower Power y él sigue pinchando la música en todas estas fiestas que hacemos desde entonces en agosto. Pero él no sólo pincha en Ibiza, sino que hace bolos en otras discotecas porque le encanta y la gente joven se vuelve loca con él.
¿Tenía usted idea de hasta donde llevaría a su marca con el tiempo?
Mira… las marcas hoy en día se crean. Existe el marketing que es lo que se hace para vender un producto. La nuestra se creó sin pensar. Ha salido de un trabajo contínuo y una ilusión. Es una marca hecha a sí misma que no responde a una planificación o programación. Tampoco a una promoción. Es una marca verdadera. Hemos ido paso a paso y año a año trabajando y abriendo en muchos sitios.
Una marca indiscutiblemente consolidada e internacional, y sin embargo, poco reconocida en España.
Si tú valoras cuando se inauguró Pachá, los que entonces tenían veinte años ahora tienen más de sesenta años. Por lo cual, la mayor parte de la gente que ves hoy aquí son ‘mayorcitos’, auque sólo de físico (ríe). Recuerdan aquella época y más en Sitges. Pero verdaderamente la marca está extendida por todos lados y es reconocida en todo el mundo. Desgraciadamente en nuestro país no sabemos o queremos reconocer estas cosas. No las realzamos. En otros países suelen ensalzar estas hazañas. En España estos triunfos los diluimos.
¿Le duele esto?
En general en nuestro país nunca hemos tenido grandes iconos de la imagen porque, en parte, la prensa es la culpable de no apoyar productos, marcas, etc. Yo soy motorista y recuerdo que teníamos marcas de motos super famosas en los años cincuenta y sesenta y se han diluido todas, pudiendo haberse creado una industria importantísima del motor. Esto es un ejemplo. Quieras o no, en el mundo de la noche, en general, en España, por ser un país turístico, lo más representativo es el mundo de las discotecas. Pero Pachá ha traspasado fronteras. Estamos en todos lados. Ahora estamos haciendo Moscú, en los países del Este estamos en Bucarest, también tenemos presencia en Dubai, en Shangai, etc; en definitiva, en los cuatro continentes. Sólo nos falta Australia.
¿Y para cuando Australia?
De momento hay que dejar claro que nosotros no vendemos. Nos vienen a buscar. Si tuviéramos contactos con Sidney, Pachá ya estaría en los cinco continentes. Y yo satisfecho de ver que algo tan poco considerado y apoyado en nuestro país triunfa de una manera tan abrumadora fuera. Porque aquí tenemos la costumbre de tirar nuestros propios productos al suelo en lugar de apoyarlos. Lo nuestro no vale nunca.
Por cierto. ¿Encaja bien la marcha de Pachá en los Países árabes?
Indiscutiblemente, sí. Allí, en Dubai, les gusta la fiesta tanto o más que aquí. Tenemos Pachá también en Egipto, en los países musulmanes, en la península del Sinaí hay un Pachá super bonito, en Marrakech, donde hay una marcha increíble… por lo cual, como ves, no hay problemas.
¿Por qué Pachá y no otro nombre?
Es una historia muy simple. La palabra discoteca entonces no existía. Entonces lo llamábamos “boîte”. Cuando yo tenía que hacer la boîte aquí en Sitges les pregunté a mis amigos; les pedí ideas respecto a como debería llamarse. Durante los meses que duró la obra fui recopilando nombres, pero ninguno nos convencía ni a mi primera mujer, que ya falleció, ni a mí. Pero ella un día me dijo: “Pachá es un nombre muy sugerente, porque igual vives como un pachá”. Me resultó un nombre muy fácil y que se pronuncia prácticamente igual en todos los idiomas. Además un pachá es un “bon vivant”, por lo tanto correspondía mucho al buen vivir. Así se quedó.
¿Y ha conseguido vivir como un pachá?
Realmente no. No he vivido como un pachá. Auque considero que vivir como un pachá no es vivir. Para consolidar un proyecto como el nuestro hay que trabajar mucho, mucho, mucho. Viviendo como un pachá nunca hubiera hecho tantas cosas como he hecho.
¿Se siente reconocido como empresario?
Yo recuerdo que cuando me dieron la Medalla de Oro al Mérito Turístico pregunté por qué me la concedían, y lo hicieron por la proyección internacional de una marca española. Esto me lo contestó Rodrigo Rato. Me comentó que yo, mi empresa, era conocida por todo el mundo por lo cual consideraban que yo era merecedor de ese honor.
¿Hasta qué punto el turismo ha sido necesario para el desarrollo de España?
Yo creo que si no hubiera habido turismo en España hubiéramos pasado mucha hambre. Opino también que España es un país donde las cosas no las hacemos muy bien. Yo de niño, en los años ’40, veraneaba en la Costa Brava, en Lloret de Mar, por ejemplo, que hoy día es horroroso, y recuerdo que mirábamos a los extranjeros extrañados y decíamos: ¡mira, mira, son turistas!, como si fueran una cosa rara. Hacía poco que había acabado la guerra y llegaban los primeros franceses del sur de Francia. España era un país tercermundista, oscuro y negro. El brillo de los extranjeros contrastaba con el negro con el que siempre vestían las mujeres españolas. Afortunadamente estas personas llegaron a cambiarnos la mentalidad atrasada que teníamos.
¿Qué opina de los que aseguran que podemos perder el turismo?
Bueno. Nosotros podemos perder todo el turismo porque lo hemos hecho fatal. En mi opinión es una vergüenza ver una España mal utilizada en este aspecto. Yo recuerdo que cuando llegué en 1968 a Ibiza pensé que aquello era perfecto para hacer un paraíso del turismo. Han metido la pata porque no saben. Porque somos un país donde la cultura es muy baja. Hacemos mal las cosas que son facilísimas de hacer bien.
No parece que su pronóstico de futuro sea muy halagüeño…
El futuro turístico en España lo veo muy mal. España es un país muy bello pero por donde ha pasado el hombre no crece la hierba. Nuestro urbanismo es pésimo y nuestro hormigón nos hundirá. Hemos conseguido hacer un país feo, y los turistas no desean pasar sus vacaciones en un país feo.
¿E Ibiza?
Este mismo pueblo, Sitges, era una maravilla. La gente que había tenía mucho color y ahora es gris. La Costa Brava e Ibiza serán grises. Ya son medio grises. Desgraciadamente los que mandan y administran son políticos y abordan problemas políticos. La Administración generalmente no tiene un criterio claro sobre lo que hay que hacer.
Usted ha implicado a toda su familia en un floreciente negocio que ya no es sólo la discoteca más famosa del mundo. ¿Cierto?
Lo que está claro es que Pachá no es sólo una discoteca. Tenemos diseño de ropa, marchadising, una cadena de tv, productos multimedia, licencias, música, etc, y son cada uno de los hijos los que se encargan de gestionar cada una de las ramas del negocio. Ahora son ellos los que deberán llevar todo porque yo ya estoy “empachado” de Pachá. No quiero hacer nada más. Después de haber hecho míos diecinueve locales, de haber dado la marca a ochenta y cinco discotecas y de tener setenta años, lo que quiero es divertirme.
¡El libro pesa una barbaridad…!
Pesa cuatro kilos y medio. Aún así seguro que alguien se enfada porque no está. En el anterior hice unos cuadraditos donde escribí: “si no estás ponte”. Pero esta vez no lo he hecho.
Gema Castellano