Aunque otros valles hoy poseen el protagonismo, un grupo de al menos ocho viñas -Casanueva, Männle, Viñedos Córpora, Viña Chillán, entre otras-, desde la década del 90 han apostado por relanzar la región. A escasos años del emprendimiento, la iniciativa ya cobra frutos. "Ha habido un redescubrimiento del valle, dado por un componente climático favorable que incide en cerca del 75% de la calidad del vino, el cual cada día está acercando más la zona a la industria nacional", afirma Patricio Casanueva, gerente general de Viña Casanueva.
Su firma es un fiel reflejo de lo que sucede a nivel local. Mientras en 2007 su producción alcanzó las 12 mil cajas, con precios promedio de US$ 53 por caja, para este año esperan producir casi el doble.
¿El mercado? Fundamentalmente, la exportación a través de las cepas que mejor se han adaptado al terroir; entre ellas, el pinot noir y grigio, y otros blancos, como el chardonnay. Para el abogado y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Sebastián, Armando Cartes, el impulso que ha recibido el valle es parte de una recuperación histórica. "Las parras llegaron en el siglo XVI, en una época en que se desarrolló una fuerte producción vinífera", afirma el académico, quien agrega que luego el despertar económico de otras regiones quitó protagonismo al Biobío.
Esta situación motivó a que Cartes, junto a Fernando Arriagada, se encuentre pronto a editar el libro "Las viñas del Itata: una historia de cinco siglos", texto que será prologado por el historiador Sergio Villalobos y que será lanzado dentro de un mes. Cartes apunta que ante la actual coyuntura que vive la industria -dólar bajo, alza en costos-, resulta fundamental la asociatividad para evitar que el actual desarrollo se frene.
En tal sentido, la gerenta general de la ruta del vino del Itata (Itata Wines), Doris Osses, afirma que es necesario seguir invirtiendo en publicidad nacional e internacional. "Nosotros contamos con el apoyo de Corfo y de ProChile para el marketing.
Hemos ido sumando proyectos, y prontamente agregaremos otros a la ruta, como también nuevos socios", afirma. En relación con la estrategia de marketing que debería usar la región, para Max Morales, gerente de Andes Wines -agencia de noticias dedicada a la vitivinicultura-, "el Itata y el Biobío deben definir los puntos de interés internacional a partir de un plan estratégico que rescate el mensaje que hay que entregar a la prensa especializada. Esto, a partir de una asesoría en varios idiomas, que identifique las fortalezas y oportunidades que presenta la zona para consolidar la atracción de nuevos inversionistas y entregar un mensaje claro de que hay más de 500 años de historia y tradición", dijo.
