Chile es el primer socio comercial de India en Sudamérica. Durante la temporada 2007-2008, el comercio entre el país asiático y América Latina fue de US$ 11.630 millones, de los que US$ 2.400 millones corresponden al comercio Chile-India. El atractivo de esa nación es claro: una población de 1.200 millones de habitantes, con un 40% de vegetarianos.
Actualmente Chile exporta principalmente manzanas, y una cantidad muy baja de almendras, ciruelas y uva de mesa red globe. Las oportunidades están en los arándanos y paltas, pero el AAP no los incluye. Aún más, los 600 productos considerados en el Acuerdo tienen una rebaja de sólo 20%. Por ello, la posibilidad de concretar un TLC – que está iniciando negociaciones- es la alternativa para que las exportaciones a ese país sigan creciendo y se transforme un mercado alternativo a los actuales.
"India es un enorme y atractivo mercado. Pero en este momento, grava con aranceles bastante altos a los productos importados, como paltas y arándanos, entre otros. Por ello un TLC posibilitaría llegar con productos a precios más competitivos", explica Rodrigo Echeverría, presidente de Fedefruta. La oportunidad para los vinos es menos clara.
El 80% de la población es hindú, 11% musulmán y el resto son minorías sij, cristiana y budista. »Ellos consumen muy poco vino. En las comidas oficiales tampoco está incluido, básicamente por sus costumbres y religiones. La cultura de vino está recién comenzando. Viene de los jóvenes que van a estudiar afuera y de los turistas", recalca Echeverría.
Los problemas a vencer derivan de la falta de infraestructura. Grandes distancias, clima muy cálido y cadenas de frío escasas imponen mayor exigencia a los productos chilenos que lleguen a ese país.