Muy elegante, ataviada con un dos piezas en blanco roto y pedrería, Doña Sofía ha llegado con diez minutos de adelanto sobre la hora prevista del comienzo de la representación al hall del Liceo, donde ha sido recibida por el Presidente de la Generalitat, José Montilla y el Alcalde de Barcelona, Jordi Hereu. Tras una breve estancia en el Salón de los Espejos – lugar donde se ha realizado la foto de familia con los patrocinadores del evento- la monarca se ha dirigido al palco desde donde ha recibido los aplausos de gratitud de toda la alta burguesía catalana.
Y es que el gesto de la reina es de agradecer ante el penoso panorama de una Barcelona en portada por culpa de la corrupción, donde todos se miran de reojo y unos pocos intentan que nadie “tire de la manta”. Se nota la preocupación y el desasosiego en una clase social reservada e intimista, que ahora podría tener que enfrentarse al desmoronamiento de su prestigio y su imagen.
La Reina Doña Sofía ha apoyado con su presencia al Liceo y a todo lo que representa, un acto simbólico con más contenido que el que en un principio se le debería dar. No obstante y quitando hierro a la situación, no es difícil convencer a la Reina para que asista a una representación de ópera, una de sus grandes aficiones. “Il Trovatore” de Verdi, es, curiosamente, la última representación que se realizó en el Liceo en la temporada 1992-93, antes de que en 1994 se produjera el incendio que destruyo el Liceo y con él, uno de los iconos barceloneses.
Al acontecimiento ha asistido también la ministra de cultura, ángeles González-Sinde, y el conceller de cultura de la Generalitat, Juan Manuel Tresserras. En lo que respecta al ámbito político, económico y social ha destacado la presencia de Jordi Pujol, ex president de la Generalitat, acompañado de su esposa Marta Ferrusola; Artur Mas y Helena Rakosnik; Javier Godó, Conde de Godó, y su esposa; Soraya Saenz de Santamaría; el presidente de Caixa Cataluña, Narcís Serra o Isidro Fainé, presidente de la Caixa, entre otros. Una noche de cultura, glamour y postín que seguro supondrá un soplo de aire puro ante tanta “polución”, para muchos de los asistentes.
Gema Castellano