Con el inicio de un proceso de internacionalización, cuyo prestigio ya traspasa las fronteras nacionales, ambos complejos inmobiliarios -vinculados al prestigioso empresario chileno Eduardo Fernández León- aunaron fuerzas en un mismo concepto deportivo, con espectaculares canchas de golf, infraestructura deportiva, áreas sociales, un elegante club-house y una inigualable oferta inmobiliaria. Ambos proyectos fueron concebidos en torno a una gran cancha de golf como columna vertebral y diseñados por la prestigiosa empresa norteamericana Gage Davis. La ruta incluye el desafío del golf, contra el imponente paisaje de la Cordillera de los Andes, la posibilidad de visitar algunas de las principales viñas chilenas, disfrutar los frutos del mar y gastronomía local; para finalmente mejorar el handicap con una bella puesta de sol en el Océano Pacífico. Todo eso en una ruta de menos de 130 km.
Mejor, imposible. Seducidos por el clima, estabilidad económica, buenos precios y calidad de vida de esta zona del fin del mundo, una gran cantidad de extranjeros evalúa Chile para descansar o residir. La seguridad, calidad constructiva, precios convenientes y excelente infraestructura deportiva de estos complejos, son argumentos convincentes. Aunque próximos a Santiago, ambos complejos cuentan con extraordinario paisajismo e inexplorados parajes.
La cancha de golf de Las Brisas de Chicureo ( www.lasbrisas.cl), a pasos de Santiago, tiene más de 180 hectáreas de bosque nativo y fauna cordillerana; 36 hoyos, lomajes de verde intenso y fairways ondulantes, que llegan a una ruta semidesértica de espinos, bunkers e impresionantes quebradas. En la costa, (Camino a Rapel V Región) Las Brisas de Santo Domingo ( www.golflasbrisas.cl) tiene 27 hoyos de golf de gran encanto natural e intenso Océano Pacífico en el horizonte, y una laguna de aguas cristalinas de 2,2 hectáreas, oculta entre el borde costero y los bosques.