En la mesa principal se sentaron Enric Calvo (Secretario Institucional de PIMEC Comercio), Esther Llongueras (Grupo Llongueras), Santiago Vila (Director General de Revlon Profesional), Josep Ma Figuera (Vice-Presidente de FEDCAT) y Albert Catalán (gerente de Catalán Perruquers) y fueron moderados por Pere Martínez y Ramón Caro.
El objetivo principal es hacer participar y movilizar al sector, las instituciones y las empresas de peluquería para que, tal y como comentó Figuera: “Todos juntos lo que hemos de marcar es la pauta a seguir” y recalcó que “o nosotros cambiamos o nos harán cambiar. Porque si no cambias, desapareces; porque ya no basta con ser grandes artesanos… hay que acabar con el estancamiento.”
Albert Catalán manifestó la intención de que el proyecto “asegure las garantías de normalización, certificación, implantación y, naturalmente, promoción.” Este libro blanco del sector ayudará a guiar los consumidores para que distingan con facilidad una peluquería de calidad, pero no se pretende en absoluto excluir a nadie, sino que será un comité certificador independiente que establezca el nivel de cada establecimiento.
En la presentación que se hizo de la idea detrás de este sello de calidad, cuya primera fase se cumple el 31 de diciembre, se hizo hincapié en que la peluquería del Siglo XXI se ha de entender en clave de ilusión, pasión y recuperación del prestigio perdido. O, como comentó Santiago Vila: “Hacer que la peluquería catalana sea un referente.”
A los presentes se les invitó hacer sus comentarios a micrófono abierto, saliendo a la luz varias inquietudes comunes como el intrusismo, guerras de precios y la apertura indiscriminada de establecimientos. Martínez subrayó que la idea de guía sea “un proyecto entre todos que debe servir como una gran herramienta de modernización.”
La Guía de Calidad estará abierta a todos los establecimientos de peluquería de Catalunya que pretende adaptarse a los cambios que marca el consumidor. TheQhair podrá suponer el referente para innovarse y mejorar las garantías del consumidor y crear un nuevo modelo de establecimiento, pensando en el consumidor del siglo XXI, establecimientos de peluquería capaces responder a las necesidades objetivas, personales y emocionales.