Los temas pendientes para la admisión de Chile son tres: la ley de responsabilidad de las personas jurídicas (en el marco de la lucha contra el cohecho), la ley del intercambio de información bancaria (secreto bancario) y la regulación de gobiernos corporativos de empresas privadas y de Codelco. Nicola Bonucci, director de Asuntos Legales de la OCDE, explica que "no pretendemos que la situación de la gente cambie el día después que Chile ingrese. Pero si logran ser miembros, el país adquirirá varios compromisos. Y estando adentro se deberá cumplir con altos estándares en políticas públicas que al final sí afectan a las personas".
Chile enfrenta en estos días la última etapa. Ministros, jefes de servicios y superintendentes han rendido interrogaciones orales en dicha sede. Muy formales, deben pararse frente a los representantes de los 30 países miembros y exponer en inglés, como lo hizo Andrés Velasco a comienzos de año.
Luego vienen rondas de preguntas que deben ser contestadas satisfactoriamente. Hasta ahora, según Karen Poniachik, representante de Chile ante la OCDE, los expositores "se han lucido". En junio es el turno de quienes están a cargo del crédito a las exportaciones y en octubre se rendirá el examen anticorrupción. Aprobadas estas instancias, el ingreso al "club" estaría casi resuelto.