Bajo el slogan “La condena mediática. La pena del telediario”, abogados y periodistas han puesto las cartas sobre una mesa condicionada en todo momento por la necesidad de los grandes grupos mediáticos -convertidos desde hace décadas en plataformas publicitarias- de conseguir la mayor audiencia que les garantize pingües ingresos al precio que sea. Casos recientes como el de Tenerife, en el que la muerte de una niña de tres años llevó a los medios de comunicación al linchamiento gratuito de un inocente a cambio de un pico de audiencia han despertado conciencias, pero estos grandes grupos mediáticos -lejos de plantearse seriamente su manera de actuar- han dado la callada por respuesta. Como si nada hubiera pasado.
La intromisión de los periódicos en los procesos judiciales, las filtraciones sobre los secretos de sumario, la indiscreción de abogados oportunistas ávidos de cámaras de tv, el abuso de una libertad de prensa -indispensable en un país democrático- que ya nadie sabe hasta dónde llega ni de qué manera está manipulada por unos medios de comunicación a los que los principios fundamentales del periodismo no interesan en absoluto, la falta de reflexión y análisis por parte de la población a la hora de informarse o la carencia absoluta y descarada de objetividad de los periodistas, entre otras cosas pero con un denominador común -el dinero-, están a la orden del día y ya nadie rinde cuentas por ello.
El joven de Tenerife no podrá seguir con su vida antes de cumplir con un largo proceso de rehabilitación física y mental, pero mientras ya se sabía la verdad, los mismos medios de comunicación que lo lincharon seguían utilizando su nombre, su apellido y las imágenes de su detención para “sacudirse la culpa” y seguir cosechando audiencia a su costa. Santiago Mainar estaba condenado por la prensa tres años antes de que un juez emitiera la sentencia, e incluso la población de Fago -amable y pacífica- fue tratada como si de una tribu sanguinaria y primitiva se tratara en una serie de tv.
El “cuarto poder” tergiversa las noticias, manipula la información, juzga a las personas y las sentencia; y nos preguntamos qué se puede hacer y por qué todas esas empresas y compañías que se jactan de hacer ‘publicidad responsable’, invierten miles de millones de euros para salir en las franjas horarias de semejantes “telediarios” y así, subvencionarlos.
Entrevista a Pedro Yúfera, Decano Col. Abogados de Barcelona | 15:00 min | Formato 16:9
Nos lo preguntamos y se lo preguntamos a Pedro Yúfera, Decano del Colegio de Abogados de Barcelona, quién en una entrevista exclusiva para Informativos.Net que les ofrecemos en formato de vídeo -aunque con la prudencia que lleva implícita su cargo- habla por primera vez sobre este escabroso asunto.
Gema Castellano
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