Lolitas y mujeres mitológicas -enredadas en un mundo de ensoñación, oculto y enigmático- que contrastan con una colección sobria, elegante y contundente -de boda regia- que quizás haya quedado en pasarela un tanto camuflada entre una performance que, posiblemente y sobretodo en la colección Raimon Bundó, estaba de más. Y lo digo porque, aunque la pasarela requiere espectáculo, en esta ocasión los árboles no dejaban ver el maravilloso bosque.
Magnífica. Pura costura e inmejorable patronaje. En cualquier caso, Raimon Bundó ha vuelto a dejar claro con esta bella colección sobre la Pasarela de Novias internacional más influyente, que sigue ocupando un lugar privilegiado en la elección de las novias más exquisitas.
El conservadurismo elegante y comprometido con la excelencia del estilo Bundó, siempre sorprendente a base de incorporar detalles innovadores -incluso de alta costura- que rompen con lo establecido, sigue representando al buen gusto en las bodas de postín; esas que se convierten en un evento social de corte aristocrático.
Los tejidos nobles como el dupión, el raso natural y la seda se combinan en esta ocasión con los encajes y la pedrería en formas regias y líneas bellísimas que no inventan nada, pero ensalzan la figura de la novia hasta elevarla a la categoría de única y espectacular. No. La colección Raimon Bundó no necesitaba de adornos escénicos para destacar, porque el espectáculo de exclusividad estaba en sí mismo.
Sin embargo, sí es cierto que podemos encontrar cierto sentido a la puesta en escena de la extravagancia simbolista de Ivonne Ruíz en la bohemia de “IR de Bundó”, la nueva línea de la firma especialmente confeccionada para una novia menos tradicional y más alternativa. Para vestir a esta mujer visceral y trasgresora la diseñadora ha confiado en el tul y la seda, en las asimetrías, en los colores pastel, en los nudos, en los volúmenes y en cierta anarquía en patrones.
Una nueva opción que pretende atrapar y seducir a una mujer que siempre ha admirado a Bundó pero nunca se ha visto reflejada en su estilo. Con esta nueva iniciativa, la firma -encabezada, en esta ocasión, por la creatividad de Ivonne Ruíz– da un importante paso adelante en lo que a penetración en un nuevo target se refiere, dirigiéndose a una mujer avanzada que “IR de Bundó” ha querido materializar en la olímpica de natación sincronizada –Gemma Mengual– quién lució palmito y un maquillaje imposible y poco favorecedor que, insisto, no era necesario en la pasarela.
Raimond Bundó sigue siendo fundamental en el sector de la moda nupcial. Una referencia que tiene la responsabilidad de seguir siendo icono.
Gema Castellano
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