En el marco de una escenografía espectacular que emulaba una biblioteca de cuyos viejos libros de poemas universales se escapaban las musas de las letras y las artes que inspiraban las coplas del querer, y un fondo musical que surgía como un hiriente lamento de lo más hondo de Triana; las deidades de porcelana imaginadas por Victorio & Lucchino alcanzaban el sueño de ser admiradas por siempre y para siempre por el resto de los mortales. No en vano, la colección de los sevillanos para 2011 es un trabajo estético sublime, después de dos años de cierta crisis de inspiración.
Al esfuerzo creativo hay que añadir, en esta ocasión, una labor de patronaje y costura espectacular, que da lugar a formas y volúmenes bellísimos, hiper-femeninos, elegantes y muy sofisticados; especialmente indicados para unas neo-románticas del s XXI que todavía son capaces de entender el sentimiento trágico y rasgado de historias amorosas que terminan en pasión.
Victorio & Lucchino ha creado arte con esta colección. Simplemente, admírenla.
Gema Castellano
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