Hace unos días tuvimos la oportunidad de verlo en acción colaborando con la marca suiza de chocolates Lindt, para la que organizó una soirèe gastronómica en su restaurante Caelis digna de los paladares más exigentes. El chocolate fue el hilo conductor de la exquisita velada; un producto digno sólo de los mismísimos dioses que Romain Fornell trasnformó a su antojo para conseguir un arte culinario apto para el placer mortal.
La cena de gala que los chocolateros suizos -encabezados por Jordi Fábregas, Dir. Gral. Lindt España- ofrecieron a un grupo selecto de invitados culminó con una magnífica y exagerada interpretación del emblemático «Bombón» de Lindt, según Romain Fornell, que sorprendió a todos los comesales en los postres; pero antes, la velada había tenido otras sorpresas. Y es que tanto Fornell como Lindt querían que el resultado de su colaboración fuera una noche de lujo. Un encuentro mágico que fue posible gracias a la excelencia de un artesano de la alta gastronomía y un producto que evoca la extravaganza y roza lo sublime en algunas versiones.
Con anterioridad, la firma chocolatera había mostrado en uno de los lujosos salones del antiguo Hotel Ritz la nueva colección de productos, más que nunca, ideal para paliar las exigencias de un consumidor global y adaptada a todas las ocasiones. Vestida en seda de raso rojo Valentino y cristales de Swarovski, la nueva bombonera Lindt evoca un ‘vintage’ sofisticado y erudito en cuestión de buen gusto donde la seducción es un arte y un placer sensorial. Exquisita.
En el interior se encuentra el mítico bombón relleno Lindor, que también aparece -según la tendencia de este año- presentado en una cajita hiper-chic cerrada con un lazo y en lata, al estilo de las que veíamos en las alacenas de las abuelas más dulces.
La línea Champs Elysées renueva su imagen de portada ofreciéndonos una trepidante y enigmática escena en brillos de oro y azul noche de la emblemática ‘avenue parisienne’ con el Arco de Triunfo al fondo.
Sólo un paseo por la cinematográfica avenida a lomos del Cadillac descapotable del ’76 podría ofrecer la misma sensación.
Atrevida y muy en tendencia, Champs Elysées ofrece también el formato «à la Folie» para degustar si necesidad de poner excusas.
La propuesta Lindt para otoño-invierno 2010 la culmina la Swiss Luxury Selection, vestida en oro, cuyas piezas más exclusivas como la «Perle de cacao», la «Amande de luxe», el «Coeur a l’orange» o el «Macchiato» han sido creadas pura y exclusivamente para sorprender a los sentidos y elevar el estado del bienestar.
No podrían haberse presentado en un lugar mejor.
El Palace, y en especial su restaurante Caelis, estuvieron a la altura de un producto líder en aceptación que el gran Chef, Romain Fornell, supo transformar para ser incluido en su exclusivo concepto «Aecellent».
Gema Castellano
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