La reciente erupción del volcán de Islandia Eyjafjallajökull ha creado una nube de cenizas que se está extendiendo a nivel internacional. A pesar de que ha creado importantes problemas en el transporte aéreo, la nube es improbable que presente un riesgo sanitario importante para la mayoría de la población.
La ceniza volcánica puede causar síntomas localizados, como ojos llorosos, secreción nasal, dolor de garganta y tos. Sin embargo, los síntomas tienden a ser temporales. Los efectos pueden ser más pronunciados en personas con condiciones precarias de salud, especialmente las respiratorias (bronquitis, enfisema, asma).
Efectos sobre la salud de las cenizas volcánicas
Hasta ahora no hay constancia cierta sobre que las cenizas volcánicas puedan causar lesiones graves o hacer enfermar a las personas que las inhalan, pero el asunto sigue siendo objeto de estudio. La exposición a corto plazo no representa un peligro significativo para la salud a personas sanas y los efectos de una exposición prolongada aún no han sido demostrados.
La inhalación de ceniza puede causar varios síntomas dependiendo de la cantidad de ceniza en el aire, cuánto tiempo está la persona expuesta a la ceniza, la cantidad de sílice (o minerales) y gases volcánicos que se encuentren en suspensión, y si la persona padece algún cuadro previo relacionado con alguna enfermedad, especialmente respiratoria.
Por lo general, la gente mostrará síntomas leves como moqueo y dolor de garganta, unido a veces a una tos seca. También pueden causar irritación cutánea y ocular.
Las personas con bronquitis crónica, enfisema, asma u otras enfermedades respiratorias deben tener especial cuidado en minimizar su exposición, ya que sus síntomas pueden empeorar. Estos pueden incluir síntomas severos de bronquitis, dificultad para respirar, resuello y tos.
Recomendaciones si se encuentra en una zona afectada:
• Si decide salir, considere usar una máscara para reducir la inhalación. Si no se dispone de mascarillas, cúbrase la boca y la nariz con un pañuelo, preferentemente humedecido. Puede cubrirse los brazos y las piernas para evitar los efectos irritantes de la ceniza en la piel.
• Las personas con enfermedades respiratorias (como bronquitis crónica, enfisema y asma) deben tener especial cuidado en minimizar la exposición. También deben llevar sus medicamentos encima.
• Si usa lentes de contacto debe quitárselas y llevar gafas.
• No permita que los niños toquen o jueguen con la ceniza. La ingesta de pequeñas cantidades no es perjudicial, pero debe ser evitada.