El estudio señala que en Europa las tensiones financieras afectarán a la confianza y reducirán el crecimiento en el segundo semestre de 2010 y principios de 2011, mientras que para Estados Unidos asegura que es probable que la recuperación pierda impulso por la situación de los mercados de trabajo y del sector de la vivienda. Eso retrasará las subidas de los tipos de interés hasta 2011 en EE UU y hasta 2012 en Europa.
Chile, le está dando la razón al BBVA. El pasado cinco de agosto conocimos el índice Mensual de Actividad Económica, Imacec, correspondiente al mes de junio, este mejoró todas las expectativas que se habían previsto empinándose hasta un 6,8% anual, el mayor avance para el lapso desde 2005 (7,2%) y el más alto desde mayo de 2006 (7%).
Los sectores que más descollaron fueron el comercio minorista y mayorista, transporte y electricidad, gas y agua, según el Banco Central. De esta forma, el país expuso un crecimiento desestacionalizado de 0,8%, mientras que la serie de tendencia ciclo anotó una expansión anualizada de 5,6%.
Y si bien junio consignó igual número de días hábiles que en 2009, la recuperación en ámbitos clave como la industria fue fundamental. Con un ascenso en doce meses de 2,9%, su producción estuvo determinada, especialmente, por la fabricación de sustancias y productos químicos; elaboración de productos alimenticios y bebidas, y fabricación de productos de caucho y plástico, dinamismo que dio cuenta del repunte en diversas ramas afectadas por la crisis internacional y por el terremoto, a lo que se sumó un declive menor en la actividad salmonera mermada por el virus ISA. También fue notable el incremento de 9,8% en el rubro metalúrgico-metalmecánico, reportado por Asimet. En tanto, las ventas de manufacturas se elevaron 1,4%.
La producción minera moderó la estrepitosa caída de mayo, cuando problemas laborales en compañías emblemáticas del área provocaron una disminución de 5,1% en el sector. Esta vez, se constató una reducción de 0,9%, tras el repliegue de las faenas de minerales metálicos. En particular, la actividad cuprífera se contrajo 0,6% debido, especialmente, a la mantención de equipos de molienda pertenecientes a un importante actor, además de la contracción de la ley de la materia prima extraída en varios yacimientos.
La demanda interna se ha consolidado como protagonista indiscutida a nivel doméstico. El Indice de Ventas del Comercio al Por Menor (IVCM) observó una variación real de 17,8% en junio, amén, sobre todo, de la adquisición de bienes durables y de productos textiles. En esa línea, las ventas de supermercados expusieron un avance de 7,8%, el mayor para el mes en los últimos tres años.
Cabe mencionar, asimismo, que la edificación de obras nuevas bajó 69% anual, aunque de acuerdo a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el ámbito subió 7,4%. La generación de energía eléctrica (SIC), en tanto, ascendió 8,2%.
Las exportaciones también han hecho un aporte relevante a la economía local. Sustentado en un alto precio del cobre, los envíos se incrementaron 20,2%. Al mismo tiempo, la vitalidad del gasto se ha expresado en un crecimiento de 36,8% en las importaciones. Ello, determinó que el superávit comercial descendiera 16% anual.
El presidente del Banco Central, José De Gregorio, señaló que la cifra es coherente con el escenario base proyectado en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio el cual prevé un crecimiento económico entre 4 y 5% para este año, con una tasa que promediará el 6% en el segundo semestre.
De Gregorio atribuyó el vigor de la economía chilena a la política monetaria expansiva, que opera con rezago. Al intervenir en un encuentro organizado por el MIT Club de Chile, también hizo notar que para permitir que el buen momento que está pasando la economía sea sostenible en el tiempo, el Banco Central continuará retirando el estímulo monetario para evitar presiones inflacionarias que a futuro puedan llevar a ajustes abruptos.
Por otro lado, indicó que pese a la crisis de Grecia, el crecimiento en el mundo no se ha deteriorado, aunque el aumento de la demanda interna en Estados Unidos está más lento. Los países desarrollados probablemente demorarán un poco más de lo contemplado en retirar los estímulos monetarios, agregó.
Sobre los riesgos futuros, señaló que el tema que le inquieta son los flujos de capitales que se van a desplazar hacia las economías emergentes, ya que los países desarrollados no están siendo atractivos.
En mayo, la economía chilena creció 7,1%, cifra que representó el mayor avance en casi cinco años y superó ampliamente todas las expectativas.
La inversión continúa con fuerza llegando a Chile.
TOMáS PABLO R.