El último cambio en las calificaciones de Chile había sido el 23 de marzo de 2009, cuando Moody’s asignó un panorama positivo para la deuda del país. «Años de sólidas políticas macroeconómicas, incluyendo un superávit fiscal estructural, posicionaron a Chile de buena manera para enfrentar la crisis económica global y las consecuencias financieras del terremoto», dijo Moody’s.
Moody’s destaca que la carga de deuda de Chile, como proporción del Producto Interno Bruto, es comparativamente baja con países que tienen calificaciones similares.
«La sólida posición financiera del Gobierno chileno sobresale cuado se compara con otros países con calificaciones similares», escribió el analista de Moody’s Gabriel Torres. «El ratio deuda-PIB promedio en países calificados ‘Aa’ fue 36% el año pasado, pero sólo 6% para Chile», agregó. «De manera similar, el ratio deuda-ingresos de Chile de 25% se compara favorablemente con la mediana de 88% en países ‘Aa'», indicó Torres.
Por su parte, el ministro chileno de Hacienda, Felipe Larraín, alabó la decisión de Moody’s considerándola un voto de confianza para la política fiscal que desarrolla el país. «Es muy buena noticia para el Gobierno. Si se concreta nuestra intención de colocar los bonos, podemos aspirar a mejores condiciones, con mejores calificaciones de riesgo», afirmó.
El Gobierno chileno planea emitir bonos soberanos por unos US$1.500 millones para recaudar recursos para un programa de reconstrucción tras el sismo y tsunamis que golpearon al país. Un incremento en la calificación crediticia usualmente lleva a que el país pueda obtener préstamos más baratos en los mercados internacionales.
Esta buena noticia para Chile es un buen argumento que confirma el interés del capital extranjero por entrar en América Latina, teniendo a nuestro país como uno de los principales destinos, pese a la situación de crisis que afecta a Europa, que en lugar de deprimir el flujo podría estimularlo aún más, pues los inversores ven a la región como un buen lugar para invertir, según un grupo de expertos.
La región «es vista como uno de los lugares bastante promisorios para invertir recursos», dijo el ex presidente del Banco Central de Chile, Roberto Zahler.
En un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, se indica que este 2010 podría ser uno de los últimos años en que las economías industrializadas representen la mayor parte de la producción mundial.
«El centro de gravedad del mundo se está desplazando hacia el este y el sur. Este reajuste de la economía mundial no es un fenómeno pasajero sino que representa un cambio estructural con una trascendencia histórica”, admitió el organismo.
La OCDE explicó que con la entrada de China, India, las ex repúblicas soviéticas y otros países en el mercado económico mundial desde comienzos de la década de 1990 en los que estaría Chile, el número de naciones convergentes con los niveles de riqueza de las economías industrializadas ha aumentado de 12 a 65.
Mientras los flujos comerciales mundiales se cuadruplicaron entre 1990 y 2008, los realizados entre las economías en desarrollo se multiplicaron por diez. El organismo define una economía convergente como aquélla en la que el crecimiento de la producción por individuo es el doble del de una economía industrializada.
Otra consecuencia de este cambio en el orden económico mundial es el fuerte descenso del número de países pobres, que han pasado de 55 a 25.
Dos factores que han contribuido a cambiar el orden económico según la OCDE: la rápida expansión de China, India y otras grandes economías en desarrollo impulsó la demanda de materias primas, en productores en África, América Latina y Oriente Próximo.
Y muchas economías convergentes se volvieron acreedoras netas en lugar de deudoras netas, manteniendo bajos los tipos de interés en Estados Unidos y el resto del mundo.
La OCDE sostiene que las relaciones comerciales y de inversión entre las economías en desarrollo están creciendo rápidamente. «Esta actividad comercial podría ser uno de los principales motores de crecimiento en la próxima década», dijo la OCDE. Este análisis es compartido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Internacionalizarse constituye una decisión adecuada para la sobrevivencia de muchos negocios e insistimos una vez más, esta situación vino para quedarse, el mundo se ha hecho más pequeño, desplazar bienes y servicios es cada vez más fácil y menos costoso.
Tomás Pablo R.