la diseñadora española que siempre ha trabajado fuera de nuestras fronteras, ha seguido la línea de investigación iniciada en su colección anterior; un ensayo que -parece- intenta romper las líneas del diseño tradicional mediante el movimiento, para que la mujer conquiste el espacio en todas sus dimensiones. Es imposible imaginar estas piezas sin el movimiento. De hecho, adquieren vida con él, mientras -estáticas- entran en un letargo que les hace perder importancia.
La danza -la sensualidad y el movimiento armónico que ésta representa- ha sido el instrumento elegido por Arch para dotar de movilidad a una colección que muchos han entendido como banal, cuando supone la superación de todas las complicaciones para llegar a la esencia de la excelencia en toda su simplicidad.
Para esta investigadora de las nuevas formas de la moda que, ha demostrado en trabajos anteriores- domina los volúmenes como pocos diseñadores; esta colección supone la liberación de todos los prejuicios estéticos para llegar a la perfecta integración entre la mujer y su atuendo.
Voiles y transparencias, ligeras y vaporosas mouselinas en colores camel, nude y rosas para mujeres naturales que reclaman el espacio entero con el fin de moverse con libertad sin renunciar a su sensualidad. este es el concepto que parece pretender Estrella Arch; además de -personalmente y como creativa- evolucionar desde lo complicado hacia la simplicidad buscando siempre la belleza.
Arch ya no tiene nada que demostrar. Es la niña mimada de la tresgresión y la emergencia, además de pertenecer a ese exquisito y reducidísimo elenco de diseñadores que pueden permitirse el lujo de dedicar su propia marca a la investigación en los nuevos conceptos de moda, porque puede satisfacer su faceta comercial creando para otras firmas. Pasa totalmente desapercibida para todos esos “marquistas” que asisten a los desfiles perfilando su criterio al son de las firmas más emblemáticas sin atreverse a criticar ni un ápice, pero es una “musa” para las vanguardias. Para esos pioneros capaces de detectar la excelencia y liderar lo “no convencional”
El desfile de Estrella Arch ha mostrado una colección casi imposible para el crudo invierno parisino a la que, sin embargo, apetece apuntarse. Porque el mundo creativo de esta diseñadora española afincada en París roza la atemporalidad para evocar un estilo de vida sublime y enigmático; una moda solo para unos pocos iniciados que representan la élite del nuevo lifestyle.
Gema Castellano
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