Aunar alta tecnología y diseño es la obsesión del avanzado sector industrial austriaco, convencido -llevado por su pragmatismo- de que el objetivo de las nuevas generaciones de consumidores y usuarios es rodearse de objetos bellos pero funcionales y altamente tecnológicos, que contribuyan a consolidar su calidad de vida. La discreción empresarial de este país comunitario -que apenas sobrepasa los ocho millones de habitantes- “desgermanizado”, en el sentido de su histórica dependencia alemana, por su entrada en la UE con el fin de abordar nuevos mercados, nos lleva a olvidar que empresas de excelencia irrefutable y referencia internacional como Swarovski, Red-Bull o Wolford tienen su génesis en Austria.
No obstante, ni la obsesión por el diseño en la alta tecnología, ni el afán de búsqueda de nuevos materiales o la pasión por la investigación, y mucho menos, el lenguaje formal estéticamente hablando cargado de funcionalidad y minimalismo, consiguen restar ni un ápice de emocionalidad a un diseño tremendamente inteligente cargado de ironía, de fuerza estética e incluso de sensualidad en las formas que hasta el próximo 28 de abril puede verse en Barcelona -en las instalaciones de ADI-FAD- en el marco de una exposición titulada “Ingenio Sorprendente” respaldada por Advantage Austria y comisariada por Robert Punkenhofer, Delegado de la Oficina Comercial de Austria en Barcelona.
Se trata de treinta proyectos de reconocidos nombres vinculados al diseño industrial como EOOS, Kish, Spirit Design, Riedel y empresas de la talla de Swarovski o Red-Bull, entre otras, además de intervenciones artísticas tan fascinantes como la presentada por el coreógrafo Chris Haring, el músico Andreas Berger y el diseñador de iluminación Thomas Jelinek; quienes han unido sus talentos para recrear una extravagante ‘performance’ con sillas Thonet, que se comunican entre sí mediante la música, suspendidas en el espacio.
El próximo seis de abril, a partir de las 19:30h y en el auditorio del ADI-FAD, el diseñador de espacios y fundador de EOOS Design Studio de Viena, Harald Gründl -quién recientemente aseguró en el Imm Cologne que “hay que pensar en cómo producir algo sin que deje una huella en la tierra” y que “tenemos que dejar de vivir a expensas de las generaciones futuras”- participará en un simposio abierto al público que desee asistir. Todo un lujo, a sabiendas de que se ha convertido en un “gurú” en lo que respecta a la sostenibilidad y el diseño social.
El diseño austriaco, que se encontraría justo en medio del poético diseño italiano, la ingeniería alemana y la emergente creatividad de la Europa del Este -según la opinión del creador del momento, Karim Rashid- es tan desconocido como apreciado y podría ser que esta falta de visibilidad se debiera precisamente a su cotidianidad; a que forma parte de nuestra vida de una manera natural.
Robert Punkenhofe, comisario de la exposición y Delegado de la Oficina Comercial de Austria en Barcelona, está empeñado en que el pragmatismo del diseño austriaco no solo traspase fronteras mediante una óptima internacionalización, sino que, además, sea reconocido como una propuesta estética capaz de satisfacer las necesidades individuales y representar a las nuevas inquietudes sociales.
Hemos hablado con él, y en esta entrevista que les ofrecemos en Vídeo/TV, nos dibuja las peculiaridades de un país, Austria, excepcional, con el que tenemos más similitudes de las que imaginamos.
Gema Castellano
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