Quienes opinan que Muhammad Yunus -el banquero de los pobres- practica la caridad, con todo lo que de autocomplacencia, clasismo y humillación conlleva, se equivocan. Su objetivo es devolver la dignidad al individuo mediante el trabajo remunerado y la responsabilidad que supone cumplir las reglas del libre mercado; y por esto los poderosos -esos que a la usura llaman “banca” y se enriquecen con la deuda de los otros- no lo quieren bien.
Sin embargo, Yunus y su sistema de microfinanzas se han convertido en la tabla de salvación de los pobres no solo en zonas rurales de Bangladesh, sino también en ciudades tan “avant garde” como New York.
Es un auténtico negociador, además de innovador, osado y exigente líder. Nunca se conforma con menos cuando por la misma inversión puede obtener más, porque los colectivos a los que atiende necesitan optimizar sus recursos al máximo. El objetivo es que las personas más pobres alcancen un nivel ético de bienestar y tengan un rol participativo en la sociedad a un precio razonable. Yunus no pide limosna a las grandes empresas, sino que negocia con ellas las condiciones más favorables y el resultado es sorprendente.
El Banco Grameen creado por Muhammad Yunus -que otorga microcréditos a los pobres, en especial mujeres- ha hecho, sin lugar a dudas, la mayor contribución al desarrollo del Tercer Mundo de los últimos cien años. Grameen Energía, empresa del holding de Yunus, está consiguiendo vender más de 1.000 sistemas solares domésticos diarios en Bangladesh, donde no existía más opción que las lámparas de queroseno. En la actualidad está negociando con Renault una adaptación de las las baterías que la constructora de automóviles utiliza para sus coches eléctricos, con el fin de desechar las que ahora utiliza en sus sistemas solares, demasiado contaminantes. Nunca acepta un “no” por respuesta.
Se ha convertido en el azote de los departamentos de I+D de las grandes empresas, poniéndolos a prueba cada vez que presenta un proyecto. A Danone le propuso fabricar un yogourt barato y muy nutritivo para terminar con la desnutrición, y lo consiguió. Pero no conforme con esto, ha retado a la multinacional a que le fabrique un envase para el yogourt que también se pueda comer. “Al estilo de los cucuruchos de helado”, asegura, porque -insiste- “los pobres no podemos tirar nada”. ¿Lo han conseguido?, le preguntamos; “están en ello”, contesta.
Además ha creado una empresa de gestión de patentes que las multinacionales no utilizan y se ha empeñado en abrir una cadena de restaurantes en Haití -un país muy pobre que lo importa todo- especializado en productos autóctonos. ¿Una locura?, en absoluto. Conseguirá que las personas crien pollos, salgan a pescar o siembren hortalizas; porque es un auténtico genio.
Entrevista doblada al castellano
Entrevista en versión original en inglés (V.O. English interview)
Questions by journalist Gema Castellano are made in Spanish
Answers by Mr. Yunus are in English
No se la pueden perder, porque escucharlo es recuperar la esperanza . En esta entrevista exclusiva que les ofrecemos en formato de vídeo/tv (tanto en versión doblada a español como en inglés), Muhammad Yunus nos habla de la situación financiera actual, de sus proyectos y de la condición humana; y descubrimos que el futuro está en personas como él.
Gema Castellano
Extracto de la Entrevista:
¿Los “microcréditos” son solo para los países subdesarrollados? ¿Cómo define la “pobreza cero”?
Los microcréditos son necesarios en todas partes, aunque en los países pobres lo son aún más. Pero en los países ricos hay muchísimas personas que están excluidas del sistema bancario y necesitan servicios financieros. No únicamente hacemos programas de microcréditos en Bangladesh. También en New York, donde hay cuatro sucursales de Grameen América. También tenemos sucursal en Nebraska y en Indianapolis. Este año abriremos sucursales también en San Francisco y en Detroit.
¿Y España?
También en España tenemos programas de microcréditos. Los sistemas financieros han fracasado a la hora de llegar a las personas.
Le preguntaba sobre su concepto de “pobreza cero”
Entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio adoptados por Naciones Unidas en el año 2000, se encuentra -en primer lugar- que la pobreza quedará reducida a la mitad en el año 2015. Creemos en este objetivo. Todos los países intentan conseguir los Objetivos del Milenio. Incluso el primero, que es reducir la pobreza a la mitad. Pero después de que hayamos conseguido reducir la pobreza a la mitad ¿qué hacemos?.
¿Reducirla a cero, quizás?
Exactamente. Ese sería el objetivo lógico. Es el mismo proceso, por lo cual, podríamos reducirla a cero. No es un tema “implanteable”. Es cuestión de decidirlo y hacer que ocurra. Es una propuesta muy práctica, bien mirada.
Pero mientras tanto, los ricos tienden a ser más ricos y los pobres más pobres, en un mundo en crisis. Además, veo imposible que un pequeño empresario o autónomo español -sin acceso al crédito- pueda solucionar sus problemas con un microcrédito de 37 dólares.
Es cierto. En los países pobres es menor el crédito que se necesita, porque son personas que viven con dos dólares al día. Un crédito de 50 dólares es muchísimo dinero para ellos. Pero en New York los créditos son de una media de 1.500 dólares, porque cuando alguien pierde su trabajo, debe tener la oportunidad de comenzar de nuevo. Prestar servicios de peluquería a sus vecinos, hacer pasteles para tiendas… en definitiva, desarrollar un pequeño negocio de proximidad que le permita comenzar de nuevo.
No sé si querremos escuchar lo que dice. ¡Tenga en cuenta que venimos de vivir como ricos y muy protegidos! ¿Tendremos que cambiar la manera de pensar?
La transformación viene desde dentro del sistema. Anteriormente los gobiernos se han asegurado de que pueden cuidar de las personas. éstas tenían sus propios sistemas de bienestar social y, por tanto, esperan poder vivir una vida buena sin trabajar. Pero ahora muchos gobiernos no pueden permitirse gastar este dinero. Por tanto, intentan imponer la posibilidad de que las personas salgan de los sistemas de prestaciones y comiencen a vivir por sí mismas. Una vez que que una persona se enfrenta a esto, trata de trabajar lo máximo posible y buscar las oportunidades para poder vivir por cuenta propia.
En España muy pocas personas apuestan por crear su propio negocio. No es habitual elegir la emprendeduría como opción de futuro.
El hecho de que no se hayan tenido ingresos antes, no significa que no se puedan tener en el futuro. Es cuestión de diseñar el sistema por el que uno pueda ganarse la vida por sí mismo. Los seres humanos son enormemente creativos. Una vez se ponen a ello, pueden subir muy rápido. Por supuesto no todo el mundo es igual, pero el ser humano siempre encuentra la forma de salir.
Nuestra sociedad está francamente deprimida. Ya no cree en los sistemas políticos y menos en el sistema financiero.
ésta es una época terrible. Las personas están, verdaderamente, muy deprimidas. Vemos nubes muy oscuras por encima de nosotros. La gente no ve ninguna salida, y menos, sabe cómo protegerse a ellos mismos o a sus propias familias. Y cada día está todo peor. Las personas no confían en los gobiernos. Con esta frustración y este panorama tan sombrío, creo que los microcréditos y los negocios sociales son pequeñas islas de esperanza. La economía convencional se basaba en la avaricia. En la obsesión por ganar dinero. Los negocios sociales son empresas creadas para resolver problemas. Un objetivo muy diferente. Si todos creemos en ello, desaparecerá la oscuridad.
¿Un mundo diferente?
Tenemos que hacer un mundo de otra manera. Esta civilización que hemos creado tiene que terminar. Las personas deben descubrir que no estamos solos en este planeta. El futuro de las generaciones venideras de niños es nuestra responsabilidad. Las personas creen en esto. Lo que ocurre es que el marco conceptual no permite que ocurra. Así que tendremos que rediseñar una nueva civilización.
Usted hace estas afirmaciones y yo pienso en los jóvenes. Tan preparados y, al mismo tiempo, tan intencionadamente desprestigiados.
Tengo que decirles que les tengo envidia sana. ¡Tienen tanta suerte! Han nacido en ésta época, y esto supone que es la generación más poderosa de la historia de la humanidad, al contrario que nuestra generación y generaciones anteriores. Ellos tienen el control de una tecnología importantísima, que no teníamos hace 20 años. Cada día esa tecnología es más poderosa y ellos la comprenden mucho mejor que cualquier otra persona. Se comunican al mínimo coste y la máxima velocidad. Esto les da unas capacidades enormes. Los seres humanos tienen una capacidad ilimitada, pero nuestra tecnología anterior no nos permitía descubrirla.
¿Y qué pueden hacer con esa capacidad y ese dominio de la tecnología?
Esa es mi pregunta a los jóvenes. ¿Qué vais a hacer con todo este poder? Tenéis el poder de cambiar todo el mundo. Tenéis el poder de crear una nueva civilización. No tenéis que ir por las sendas clásicas que hemos probado nosotros. Podéis pensar de una manera totalmente nueva. Decir “adios” a todo lo malo que hemos creado.
¿Incluido el paro?
Somos nosotros los que hemos creado el paro. No hay motivo por el cual algún ser humano tenga que estar en paro. Son personas con una capacidad enorme y debemos ir a un sistema en el que nadie sea pobre. En el que no tengamos que preocuparnos de que el planeta vaya a explotar.
Qué diría a los jóvenes en pocas palabras…
Nos os deprimáis por lo que los viejos hemos creado. No. Vosotros debéis crear vuestra propia solución. Hacedla realidad. Y de aquí a diez años, viviremos en un mundo maravilloso; porque vosotros habréis asumido el liderazgo. No esperéis a que anteriores generaciones os lo den. Asumidlo. Yo confío absolutamente en vuestra capacidad de juicio para solucionar los problemas del mundo mediante los negocios sociales, que buscan la felicidad del mundo y no el enriquecimiento personal.
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viernes, 16 de julio de 2004