Paciencia y reposo. Parece un consejo médico para alguien que necesita recuperarse de alguna lesión o dolencia, pero si tal fuera el caso diríamos en su lugar “Pintia”, siquiera para empaparse de su fuerza, de su vida, de su deliciosa profundidad. Pintia 2009 ha sido el fruto de la paciencia de sus productores, que pudieron sacarlo al mercado a principios de 2012 pero no, decidieron ampliar casi un año el tiempo de reposo en botella. Y así tenemos a nuestro alcance este afinado vino de Toro, un vino que nos llega como el ser maduro en el que pausadamente se ha convertido.
Saber esperar se antoja una enorme virtud en un mundo competitivo y devorado por las prisas. Y tiene doble recompensa: para la bodega, porque ha conseguido uno de los mejores vinos de España, sin exageraciones; y para los amantes del vino, porque nos brinda grandes placeres y emociones.
Amplio, redondo, completo, largo en boca, sabroso. Fruta negra de tinta de toro con una crianza de 14 meses en barrica, y ese reposo en botella por prescripción facultativa que le ha hecho salir a su debido tiempo, en el momento adecuado, óptimo. Listo para disfrutar. Su precio aproximado, 30 euros.
Pintia es la apuesta de Vega Sicilia en Toro. La conocida bodega de la Ribera del Duero salió a la conquista de esta Denominación de Origen en 1996, cuando los “toro” no eran precisamente mansos pero sí apuntaban todo su potencial. Adquirió viñedos de entre 25 y 50 años en una región de tradición vinícola como es la localidad de San Román de Hornija, en la provincia de Valladolid pero muy cerca de la población zamorana. Durante años depuró la elaboración de este vino que salió al mercado con la cosecha de 2001 y ahora ha alcanzado su plenitud bajo la supervisión del enólogo Xavier Ausás.
Prueba superada. Objetivo cumplido. Pintia se ha hecho hueco entre los grandes.
Mar Villasante