Una cena en la que la bodega de Arcos de la Frontera presentó en sociedad su Barbazul Rosado y Barbazul Blanco, las novedades de este año, y en la que no pudieron faltar los langostinos de Sanlúcar, un ostión marinado sobre corvina, ventresca de atún rojo, lomo de retinto, alcachofas con almejas, gazapitos… Pero íbamos a hablar de vino.
Empezamos con una cata vertical de Taberner, cosechas 2010, 2008, 2007, 2006 hasta llegar a 2005, la primera añada, un delicioso syrah de color vivo, equilibrio de madera y frutas maduras, vino con una acidez bien integrada, de marcada frescura, goloso, en el que despuntan los balsámicos, los cítricos, las flores secas. Son todos ellos vinos de acusada pero tolerable graduación alcohólica, se portan bien incluso por encima de los 15 grados.
La cosecha de 2010 apunta buenas maneras. Lleva embotellada desde el mes de junio y saldrá al mercado a mediados de 2014, pero su evolución y el resultado final están todavía por escribir. Vino de syrah, merlot y cabernet en una proporción de 60, 30 y 10 por ciento, goloso, con toques de menta que le confieren una notable frescura. Destaca también la cosecha de 2008 en equilibrio, fruta, madera y finura, vino potente y con amplitud de aromas. Toques florales, café, tostados y balsámicos en 2007… Espléndida la cosecha de 2005.
El valenciano Vicente Taberner apuesta por la diferencia en esta bodega de Cádiz que comenzó su andadura en el año 2000. Arriesga al romper con lo convencional o lo que podríamos denominar comúnmente aceptado; hace vinos sin complejos, aplica nuevos conceptos para un rosado de color rojizo, contundente y con cierta tendencia a tinto.
El nuevo blanco de chardonnay, elaborado sin pasar por barrica, se presenta como un vino vivo, intenso y frutal, cítricos, flores y hierbas aromáticas para un blanco alejado de los perfiles de la zona. Ambos salieron al mercado en el mes de diciembre.
El proyecto de Huerta de Albalá se extiende en una finca de 91 hectáreas de las que 75 han sido destinadas a viñedo. Sus instalaciones albergan 1.600 barricas de roble francés, el 80 por ciento de ellas destinadas a Barbazul tinto, el más extendido, considerado el hermano pequeño de Taberner, aunque la joya de la bodega gaditana es el Taberner nº1, un vino fino y elegante que se vendimia a mano, con una producción limitada (8.000 botellas en 2007) y cuyo precio supera los 60 euros.
El gusto no sólo está en la variedad, también en el bolsillo.
Mar Villasante @marvillasante
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