Uno pone el vino, otro pone el mercado (saber hacer y saber vender) y entre ambos crean Rolland Galarreta. R&G, una apuesta por vinos de calidad y con proyección internacional, una marca común para dos tintos y un blanco destinados a abrirse paso dentro y fuera de nuestras fronteras. Un trabajo en el que Rolland ha buscado vinos agradables, afrutados y con buena estructura, mientras que Galarreta les dedica la experiencia de una trayectoria de 20 años en la exportación de vinos españoles.
Desde el 16 de octubre y durante cinco días, los tres vinos estarán disponibles en exclusiva para España, Francia, Italia, Bélgica y Alemania en la plataforma online vente-privee.com, un canal que el año pasado vendió más de 2,5 millones de botellas en Europa y con el que R&G se quiere dar a conocer entre los consumidores del continente.
El proyecto de Rolland Galarreta, que se ha presentado oficialmente en Madrid, ha cosechado su segunda añada. Comenzó en 2010 con los tintos y en 2011 con el blanco. De Rioja se elaboran alrededor de 450.000 botellas al año, mientras que del Ribera y el Rueda salen entre 120.000 y 150.000 botellas en cada caso.
Labastida y El Villar (Rioja Alavesa), Piñel de Arriba (Ribera del Duero, Valladolid), Rueda, Serrada y La Seca (Rueda) son las principales zonas de producción, pequeñas fincas para una viticultura de precisión, vendimia manual y selección con mesa óptica en bodega.
R&G Rioja se presenta como un tempranillo con diez meses de crianza en barrica de roble americano y un mínimo de cuatro meses en botella. Michel Rolland declara que buscaba “un vino sin tanino pero con buena densidad y concentración”. Destaca, además, el equilibrio de la fruta y la madera (de la última el enólogo asegura que se rebajará con el envejecimiento en botella), un paladar intenso y amplio, carnoso, con un paso elegante y un final suave y largo. De momento, en el mercado podemos encontrar la cosecha 2010 (por cierto, con 93 puntos Peñín), porque la de 2011 todavía no se ha embotellado.
Tempranillo (85%) y merlot (15%) son las variedades de Rolland Galarreta Ribera del Duero, elaborado con 10 meses en barrica de roble esta vez francés, un vino también intenso, con buena estructura, textura, y equilibrio, que combina suavidad y potencia para un agradable y largo final. Son todos vinos de guarda, para consumir hasta en los próximos cinco años, por lo que en algunos casos, como en la añada 2011 de este Ribera del Duero, todavía tienen que envejecer.
Nos queda el blanco de Rueda, blanco de verdejo con un toque de madera y fermentado en sus lías, lo que le aporta un toque glicérico, profundidad, volumen y longitud en boca. Rueda de frutas, minerales y flores, cuerpo, estructura y frescura para un paladar de notas cítricas y tropicales, una acidez equilibrada y un final persistente y amplio. Ha evolucionado bien en botella la cosecha de 2011, como seguramente lo hará la de 2012, que también ha sido merecedora de los 93 puntos en la Guía Peñín 2014.
Mar Villasante
@marvillasante