Basado en la vida de Vicente Ferrer, el evento operístico se ha estrenado en el Teatro del Liceo y en el Palau Sant Jordi de Barcelona, consiguiendo adaptarse a los diferentes aforos sin perder ni un ápice de su espectacularidad.
En el escenario conviven músicos y profesionales del ‘bel canto’, corales, actores y actrices de oficio… pero también particulares integrados en colectivos donde se fomentan diferentes ramas artísticas, que se adaptan a la disciplina teatral con una pasión especial.
Es la primera vez que se presenta en España un espectáculo similar de tal calidad musical, interpretativa y de montaje. En definitiva, Martínez Colás prescinde de toda ortodoxia para conseguir presentar una pieza operística de calado en los foros reducidos más puristas, a la vez que la populariza en gran formato sin que pierda su esencia, en plazas de grandes espacios.
La apuesta es, sin duda, fuerte; teniendo en cuenta que se trata de una iniciativa absolutamente privada. Aún así, más de 7.000 personas han visto el espectáculo “El hombre del paraguas” en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en una sola función.
El espectáculo sale ahora de gira y, mientras tanto, Colás ya prepara su segunda intromisión en el rango de los eventos culturales de gran formato.
Se presentará durante el mes de abril de 2013 y en esta ocasión se trata de una Zarzuela con argumento de actualidad. La realidad social del s.XXI plasmada en formato de Zarzuela; ese género musical llamado “menor” genuinamente español, que combina la música, el canto y el teatro para desarrollar una trama.
Pero mucho mejor, dejemos que sea el propio Joan Martínez Colás quién nos cuente el entramado de esta iniciativa, tan peculiar como bien acogida por todo tipo de público. Director de orquesta y tenor -además de productor y organizador por gustosa obligación- Martínez Colás nos hace partícipes, en esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/TV, de todas las vicisitudes que conlleva la realización de un proyecto de este calado.
Sorprende, ‘a priori‘, su estrategia privada en un país donde estamos habituados al subvencionismo. él, lo rechaza. Sus obras no son una justificación presupuestaria sino una explosión de creatividad, iniciativa e innovación; y quizás por eso el público enfatiza al instante.
Gema Castellano