La nueva exposición de “Las Edades del Hombre” ha sido bautizada como Eucharistia y cuenta con un guión a medida de la historia y los elementos de esta liturgia, así como un plan de promoción que incluye una innovadora “tarjeta turística” para los visitantes. Para el desarrollo de la muestra se han acondicionado los dos templos míticos de la ciudad burgalesa, las iglesias de Santa María y San Juan.
Pero la mística apenas empieza en Aranda, porque el centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús ha inspirado un ambicioso programa turístico que ha sido capaz de unir a 17 municipios de cuatro comunidades autónomas. «Las Huellas de Santa Teresa«, calificado en su reciente presentación en Fitur como un “ejemplo de coordinación institucional”, pretende convertirse en un gran evento turístico en 2015, dentro y fuera de Castilla y León.
Estas particulares “edades teresianas” se convertirán en un paradigma del turismo religioso, artístico y gastronómico y contarán con un intenso programa de actividades en torno a una mujer “reformista”, como la definió el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, “santa universal, primera mujer doctora de la Iglesia y copatrona de España en tres ocasiones”. Mucho más que una figura religiosa, patrona de los escritores, fuente de inspiración para escultores, pintores o cineastas, “ella desde arriba, que manda mucho, hará que sea todo un éxito”, auguró.
Las Huellas de Santa Teresa cuentan con el apoyo de Turespaña y aspiran a contribuir, por un lado, a desestacionalizar el turismo y, por otro, a convertirse en un catalizador de turistas internacionales para toda España.
La ruta arrancará el próximo 28 de marzo en ávila para rememorar los pasos de Santa Teresa por ésta y el resto de ciudades que participan: Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca, Alba de Tormes, Segovia, Beas de Segura, Sevilla, Caravaca, Villanueva de la Jara, Palencia, Soria, Granada y Burgos. Un homenaje a una referencia histórica de España, a los caminos que recorrió, a una mujer adelantada a su tiempo.
El tercer hito para el turismo de Castilla y León ha sido la puesta en marcha de la Ruta del Vino de Rueda, después de recibir la certificación de la Asociación de Ciudades Españolas del Vino (Acevin), y que se ha propuesto aunar fuerzas y estrategias con Ribera del Duero para conseguir una mayor proyección nacional e internacional.
Su presidente, Carlos Moro, se refirió a la nueva ruta como “un proyecto integrador de territorios y de actividades” y ensalzó los blancos, tintos, rosados y espumosos de “altísima calidad” que se elaboran en la zona.
Trece municipios y catorce bodegas integran esta nueva ruta que emerge en el corazón de Castilla y León y, como tal, atesora un importante legado patrimonial, vitivinícola y gastronómico.
Lechazo, cochinillo, lentejas de La Armuñas o garbanzos de Fuentesaúco son algunos de los exponentes de una gastronomía típica y auténtica que acompaña las elaboraciones de bodegas reconocidas en toda España: Protos, Emina, Yllera, Prado Rey o Javier Sanz, por citar sólo algunas, conviven en un espacio dotado de casas rurales y hoteles, quizás con el Parador de Tordesillas como referente. Y puestos a hablar de otras “huellas” de mujeres de la historia, la ruta invita a seguir el Camino de Isabel la Católica o de Juana La Loca. Para no perderse nada.
Mar Villasante
@MarVillasante