Se llamó “Tres Torres”, ahora es “Dos Torres” y en su día albergó un colegio. Y es que tan ‘magno’ edificio fue adquirido solo como inversión por el padre de Gloria Ventós, pero las circunstancias y su ‘allure‘ lo llevaron a convertirse en la sede de la transgresión setentera barcelonesa. Era la época de esplendor de la Gauche Divine, una élite adinerada y culta completamente volcada en la psicodelia de la época, que puso la noche de Barcelona a la altura de Andy Warhol, Mick Jagger o Elton John. Como ‘bar de copas’, el local triunfó.
En el año 2001, Gloria Ventós decide devolver el esplendor al inmueble, de tres plantas, recuperando su vocación de restaurante. “Una odisea”, tal y como ella cuenta, porque España no es país para emprendedores. Demasiada burocracia. Demasiadas trabas legales que generan costes, a veces, inasumibles.
Ahora, el restaurante Dos Torres afronta el verano con una oferta gastronómica irresistible, para todos aquellos que desean convertir la ciudad en un lugar privilegiado donde pasar las vacaciones. También para esos urbanitas que combinan trabajo con ocio, porque los nuevos estilos de vida requieren un gran equilibrio.
A resaltar las “Ostras del Delta sobre sorbete de lima y apio”, el “Canelón con aguacate relleno de tartar de atún” , el “Pulpo en tempura con escabeche de setas y hortalizas” y, aunque no es una novedad, el “Arroz cremoso de bogavante y rape”, simplemente porque Carles Cases ‘lo borda’. ¿Y los postres? A no olvidar. En el extenso menú degustación que nos ofrecieron, con catorce platos, hay que dejar hueco para la “torrija de brioche con helado de vainilla” y el “Cremoso de Recuit de Ullastret”, porque dejan un sabor de boca que incita a la felicidad.
Y si quieren debate, tan de moda socialmente, lo tendrán. Pidan las Ostras del Delta naturales con sorbete de lima y apio y también las Ostras del Delta en tempura con agua de mar. ¿Cuales les gustan más? Imprescindible seguir el debate de sobremesa en los jardines, acompañándolo con un buen sake. Sake español, producido a la manera tradicional japonesa; que también tienen una historia que prometemos un día contar. Pronto. Cuando vaya llegando el otoño.
Gema Castellano @GemaCastellano
Pulse las Fotos para Ampliarlas