Una nueva especie de escarabajo invasivo procedente del noreste de Asia se ha establecido en Cataluña en forma de plaga provocando daños importantes y la posterior muerte de las moreras plantadas en espacios públicos y privados. El Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB), en colaboración con el Ayuntamiento de Barberà del Vallès, ha detectado y estudiado la presencia desde 2014 del Xylotrechus chinensis, un escarabajo de la familia de los cerambícidos, y alerta del importante riesgo de que se extienda ampliamente por Europa.
Este insecto, que a simple vista parece una avispa, ha sido denominado como ‘Escarabajo-avispa taladro de las moreras‘ por el investigador del ICTA-UAB y primer autor del estudio, Víctor Sarto i Monteys, procede del noreste asiático (China, Corea, Japón y Taiwan) y habría llegado a Cataluña no más tarde del año 2012, probablemente en el interior de palets de madera. Después se habría extendido por los municipios barceloneses de Barberà del Vallès, Badia del Vallès, Cerdanyola del Vallès y Ripollet, afectando a fecha de hoy una superficie de 44 km2 y provocando un efecto devastador en las moreras. Esto se debe a que las larvas del insecto se alimentan del floema (parte externa viva de troncos y ramas del árbol) interrumpiendo el flujo de la savia y por tanto produciendo la muerte del árbol. Además, cuando se disponen a pupar, las larvas taladran el xilema (parte interna dura del árbol), dañando su estructura y favoreciendo la caída de las ramas afectadas a la vía pública, con un importante riesgo para la seguridad ciudadana. En estos municipios, la afectación de los árboles llega a alcanzar el 45%.
Los municipios afectados inician tratamientos de control y talas de árboles afectados que podrían causar daños personales debido a la caída de ramas.
El estudio alerta que, según estudios previos realizados en Asia, las larvas del ‘Escarabajo-avispa taladro de las moreras’ podrían afectar también a árboles frutales como los manzanos, perales y las vides, “lo que podría suponer un importante impacto económico para el sector frutícola o vinícola del país”. El escarabajo tiene un cuerpo bastante grande de entre 15-25 mm de longitud, las antenas son relativamente cortas para ser un cerambícido, y están ampliamente separadas. Tanto su estampado de color amarillo y negro, como su posición corporal y el zumbido que emiten cuando se sienten amenazados hace que se asemejen a una avispa. Hibernan como larvas en las moreras y emergen como adultos en julio. Son las larvas las que se alimentan de la madera, dañando el árbol. “Aunque los árboles afectados muestran un aspecto saludable aparente, su deterioro puede ser avanzado con el riesgo de que las ramas puedan desplomarse. Esto es un riesgo importante ya que las moreras se suelen utilizar para hacer sombra en parques y jardines infantiles”, indica.
El estudio A New Alien Invasive Longhorn Beetle, Xylotrechus chinensis (Cerambycidae), Is Infesting Mulberries in Catalonia (Spain), publicado este mes en la revista científica Insects, describe aspectos significativos de la vida, estacionalidad y capacidad reproductiva del insecto tras un estudio minucioso de ejemplares en laboratorio y la observación de los árboles afectados.
Sugiere posibles métodos de control para evitar su propagación. Además de la tala de los ejemplares afectados, como se está llevando a cabo estos días en los municipios afectados, Sarto i Monteys propone la aplicación de productos externos que dificultan la ovoposición de las hembras sobre la corteza de las moreras, y la endoterapia, consistente en la inyección de una solución soluble de insecticida en el xilema del árbol. El insecticida sería así conducido hasta el floema, del cual se alimentan las larvas, y les produciría la muerte.