La palabra restaurante se empezó a utilizar en Francia en el siglo XVIII. Después de la revolución francesa muchos chefs que trabajaban para la nobleza francesa se quedaron sin trabajo y empezaron a abrir estos locales para aquellos viajeros que llegaban de diversos puntos de Europa con el estómago cansado y necesitaban restaurar el espíritu.
Desde entonces ha llovido mucho y la hostelería continental ha evolucionado mucho. Un claro ejemplo de ello es el restaurante Blanc del hotel Mandarín Oriental Barcelona.
En este espacio la chef Carme Ruscadella nos presenta una oferta basada en las elaboraciones simples, frescas y naturales. Todo un soplo de aire fresco para la gastronomía catalana.
Su carta está impregnada de una sensibilidad culinaria en la que se pueden encontrar los platos más clásicos de este hotel, pero sobre todo, una cocina basada en la calidad de la materia prima que celebra el producto de temporada; trufa, caviar, caza, pescados y elaboraciones más tradicionales como los canelones gratinados, el picantón en escabeche, el gazpacho o su deliciosos arroces son sólo algunos de los platos más destacados.
También podemos disfrutar del sello de Carme Ruscadella en un variado surtido de tapas frescas que pueden tomarse tanto en Blanc como en otros espacios del hotel.
El mejor desayuno de Barcelona para los más madrugadores
El restaurante Blanc abre para dar desayunos desde las 7 de la mañana hasta las 11.30 y su menú se centra en la cocina local y los ingredientes naturales, con elaboraciones que respetan la tradición al tiempo que añaden un punto muy imaginativo a la carta. En sus desayunos encontraremos fruta recién cortada, yogures ecológicos de producción autóctona, mermeladas caseras y una amplia selección de quesos y charcuterías. Sin lugar a dudas, el mejor desayuno ‘eco’ para aquellos que quieren disfrutar del día en la ciudad condal.
Gustavo Egusquiza @GusEgusquiza
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