Juan Torres López es economista español y autor de varios libros. Acaba de publicar «Más difícil todavía: Ésta no es una crisis cualquiera: la economía mundial puede colapsar y debemos prepararnos para ello» (ref. https://amzn.to/3m11AFE) La economía internacional va encadenando una crisis económica con la siguiente.
Se ha generado un consenso generalizado que lleva a establecer, primero, que el problema de la economía mundial al que hay que dar prioridad con urgencia es la inflación y, segundo, que la única solución posible para resolverlo es recurrir a que los responsables de la política monetaria suban los tipos de interés, aun asumiendo que eso va a producir costes y daños colaterales que pueden llegar a ser muy dolorosos para la población y lesivos para la propia economía.
Torres advierte que la próxima crisis económica será diferente y más difícil todavía. Un contexto geopolítico y estratégico con enormes peligros potenciales hará más complicado hacerle frente, y la acumulación de fracturas estructurales en el sistema complejo que es la economía internacional supone un riesgo sistémico que amenaza con el colapso.
“Más difícil todavía” es una ventana abierta al pensamiento crítico y un remedio al análisis simplista y lineal que tan a menudo predomina en la discusión de los asuntos económicos.
Las subidas de precios más altas de los últimos cincuenta años han vuelto a poner a las economías nacionales al borde del abismo. Torres repasa los diagnósticos errados que han venido haciendo los actores que toman las grandes decisiones económicas, desde considerar que solo eran «alzas momentáneas de precios» a creer que solo puede combatirse subiendo los tipos de interés. Y desvela las causas reales de la inflación actual, así como los problemas de fondo que hay detrás de ella, el excesivo protagonismo de las finanzas y la especulación, las fallas de la globalización, la falta de competencia en los mercados, la desigualdad, el crecimiento desbocado de la deuda pública y privada o el cambio climático.
Para frenar las subidas actuales de esta fase inflacionista es imprescindible limitar el poder sobre el mercado de las grandes empresas que suben los precios con oportunismo y sin que esa práctica responda a subidas de costes previos. Y para ello hay recurrir a controles directos sobre los precios de oligopolio, a establecer medidas mucho más contundentes y efectivas de transparencia y a los impuestos sobre los beneficios extraordinarios o «caídos del cielo».
El precio de los cereales se ha disparado en los últimos años cuando su producción, sin embargo, no ha cesado de aumentar. La FAO estima que la producción mundial de cereales de 2022 será de unos 2.774 millones de toneladas, sólo 38,9 millones menos que en 2021. Y tampoco han disminuido sustancialmente las reservas mundiales.
El problema de estas inversiones especulativas es muy claro. No se trata de inversiones que vayan por detrás de la subida de precios, que se acomoden a ellas, sino al revés. Son sus operaciones de compra o venta (según convenga) las que provocan que los precios suban o bajen (según interese a la apuesta que previamente han realizado). Es decir, es la especulación la que provoca que suban los precios.
Decía Isaac Asimov que «negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho«. En nuestro caso, el hecho es que es materialmente imposible que la economía mundial pueda seguir funcionando en equilibrio y con mínima estabilidad si el cambio climático no se detiene radicalmente, mientras las finanzas especulativas destruyan el aparato productivo y generen constantes crisis financieras, cuando la globalización se ha convertido en una fuente de inseguridad y riesgo que multiplica los costes, con una deuda en crecimiento acelerado, o con un conflicto social explícito y en aumento provocado por la desigualdad que no podrá canalizarse a través de instituciones y procedimientos democráticos. Se trata de hechos que, al entrar en conjunción, pueden hacer que el sistema pierda la capacidad de autorregulación y entre en estado de máximo desorden y gasto de energía, acelerándose el decaimiento y la marcha acelerada hacia el desorden y el caos.
También nos comenta que la lucha contra la inflación no se puede dejar en las exclusivas manos del banco central por la sencilla razón de que no sólo se origina por causas monetarias. La actual, en concreto, tiene un gran componente de oferta, lo que quiere decir que está provocada por factores sobre los que no puede actuar la política monetaria. Hay que utilizar también políticas fiscales, industriales, de competencia o de transporte, entre otras.
Juan Torres es miembro del Consejo Científico de Attac España; catedrático de Economía aplicada en la Universidad de Sevilla; y autor de los manuales «Economía Política» (siete ediciones: https://amzn.to/3m11Rsa) e «Introducción a la Economía» (ref https://amzn.to/3IMNqAU) , un referente para miles de estudiantes universitarios de España y Latinoamérica. También ha sido Director de Departamento, Vicedecano, Decano de la Facultad de Derecho y Vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad de Málaga y ha ocupado el cargo de Secretario General de Universidades e Investigación de la Junta de Andalucía. Además de decenas de libros ha escrito capítulos en otros colectivos, numerosos artículos científicos o ponencias en reuniones y congresos y un millar de artículos de divulgación económica o análisis político, además de haber impartido docencia en diversas universidades y docenas de seminarios y conferencias en todo tipo de foros.