Acabar con las grandes privaciones humanas y proporcionar un buen nivel de vida a toda la población mundial al tiempo que se alcanzan los objetivos ecológicos es posible. Así lo demuestra un nuevo estudio del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) y de la London School of Economics and Political Science publicado ayer en la revista científica World Development Perspectives.
En torno al 80% de la humanidad no tiene acceso a bienes y servicios básicos y vive por debajo del umbral de lo que se considera una vida digna. Algunos argumentos afirman que para resolver este problema sería necesario un crecimiento económico mundial masivo, que multiplicaría varias veces la producción actual y agravaría el cambio climático y el colapso ecológico.
Los autores del nuevo estudio cuestionan esta afirmación y sostienen que el desarrollo humano no requiere un planteamiento tan peligroso. Basándose en investigaciones empíricas recientes, concluyen que, para acabar con las privaciones masivas y proporcionar un nivel de vida digno a 8.500 millones de personas, solo sería necesario el 30% de los recursos y la energía que se utilizan actualmente en todo el mundo, lo que dejaría un excedente considerable para otros consumos adicionales, el lujo público, los avances científicos y otras inversiones sociales.
para acabar con las privaciones masivas y proporcionar un nivel de vida digno a 8.500 millones de personas, solo sería necesario el 30% de los recursos y la energía que se utilizan actualmente en todo el mundo
Esto garantizaría que toda la población mundial tuviera acceso a alimentos nutritivos, viviendas modernas, asistencia sanitaria de alta calidad, educación, electricidad, entre otros servicios esenciales.
Los autores sostienen que, para lograr ese futuro, las estrategias de desarrollo deben orientarse a mejorar las capacidades y satisfacer las necesidades humanas a un alto nivel, garantizando el acceso universal a bienes y servicios clave mediante el aprovisionamiento público y la desmercantilización.
En el Sur global, esto requeriría utilizar la política industrial para aumentar la soberanía económica y organizar la producción en torno al bienestar humano. Mientras tanto, en los países de renta alta, se propone reducir la producción de bienes menos necesarios para contribuir a una descarbonización más rápida y respetar los límites planetarios.
Además, se plantea abordar el aumento desproporcionado de los precios de bienes esenciales mediante estrategias de desmercantilización, aprovisionamiento público y control de precios.
«Si el objetivo es el bienestar humano, lo importante no es el PIB, sino si las personas tienen acceso a los bienes y servicios específicos que necesitan para vivir bien», afirma Jason Hickel, investigador del ICTA-UAB y del Departamento de Antropología de la UAB.
El coautor Dylan Sullivan menciona que esta investigación demuestra que una economía del postcrecimiento podría garantizar el acceso universal a los beneficios de la industrialización y dejar un excedente sustancial de energía y recursos para el ocio, el lujo público y el avance tecnológico.
Referencia
Hickel, J., Sullivan, D. (2024) How much growth is required to achieve good lives for all? Insights from needs-based analysis. World Development Perspectives. https://doi.org/10.1016/j.wdp.2024.100612