La Puig Vela Cllásica Barcelona comienza su cuarta edición en el Club Naútico celebrando su consolidación como acontecimiento del año para los amantes de la navegación clásica y como evento deportivo indispensable en el en el calendario de regatas de veleros clásicos y de época del circuito internacional.
La creación de esta glamourosa y elegante regata -en la que este año participarán auténticas joyas de la historia náutica como el “Yanira”, el “The Blue Peter”, el “Marigan”, el “Mariquita”,el “Tuiga”, el “Rowdy”, el “Orión” o el “Moonbeam IV”, dónde Rainiero de Mónaco y Grace Kelly celebraron su luna de miel- supuso hace cuatro años la vuelta al patrocinio de regatas del Grupo Puig tras desvincularse de la Copa del Rey de Vela; una prueba que patrocinó durante más de treinta años, y ha sido Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig Beauty & Fashion Group, el precursor de este evento espectacular y único que nació para convertirse en la manifestación más evidente de la imagen de marca de la firma.
La Puig Vela Clásica reunirá hasta el día 16 de julio en aguas barcelonesas a auténticas joyas náuticas que el público podrá ver en exclusiva muy de cerca, un espectáculo digno de los destinos marítimos más exquisitos. Sin duda y además de ser un potenciador de la marca Puig, la regata supone un aporte excepcional al valor de una ciudad del Mediterráneo con pretensiones de capitalidad.
Enric Puig, entonces presidente del Real Club Náutico de Barcelona, llevaba años intentando que una prueba de esta envergadura y prestigio se celebrara en el campo de regatas de la institución náutica que presidía; y no fue fácil conseguirlo. De hecho, nunca hubiera sido posible sin el apoyo del Comité Internacional del Mediterráneo. Ahora, cuatro años después y cuando Marc Puig ha conseguido llevar esta complicada nave al puerto del éxito, creemos que es hora de recordar a ese viejo lobo de mar que luchó por una sueño ya realizado. Enric Puig solo pudo vivir la primera edición de la Puig Vela Clásica de Barcelona; pero sus palabras fueron una premonición.
En su honor volvemos a publicar la entrevista que nos concedió en exclusiva a principios de julio de 2008 en la que era su casa, el Club Náutico de Barcelona, porque en sus palabras encontramos la esencia de lo que para él, hombre de negocios y de mar, tenía que ser este proyecto.
¿Otra vez embarcado en un proyecto de regatas?
Está organizada por el Real Club Náutico de Barcelona y Puig es sólo el patrocinador. Pero yo aquí estoy como presidente del Club Náutico. Llevo muchos años intentando conseguir para el Club una regata de barcos clásicos porque creo que a este tipo de barcos les debemos todo el respeto y el cariño. Son, por decirlo de alguna manera, los predecesores de la vela. El espíritu de una tradición que debemos continuar. Además es un espectáculo admirable para la ciudad de Barcelona.
Un espectáculo y una oportunidad de incrementar el turismo de nivel. ¿No cree?
Absolutamente cierto. Todas estas embarcaciones pertenecen a personas de nivel que se desplazan hasta Barcelona con sus familias y amigos. Se trata de embarcaciones cuidadas al milímetro. Muchos de ellos son viejos barcos recuperados y cuidados con un mimo excepcional. Se han buscado materiales antiguos para su restauración y se ha mirado hasta el último detalle para que su autenticidad quede demostrada.
Porque es cierto que Barcelona está considerada como una ciudad elegante y vanguardista, pero no está de más incrementar esta percepción…
Por supuesto que no. Además es una tradición. Mucho más. Es un legado que nos han dejado y debemos conservarlo. Hay que hacer posible que estas embarcaciones se puedan enseñar. Que los amantes de la vela e incluso los que no lo son puedan admirar estas maravillas. Cuando salen todos por la pasarela y pasan frente a la Puerta de la Paz con rumbo a alta mar ofrecen un espectáculo único.
¿Qué espera de esta regata de barcos clásicos?
Queremos que sea la primera de una saga compuesta por muchas ediciones. Deseamos poder transformar esta regata, que comienza con veintisiete barcos, en un foro de cien embarcaciones clásicas de alto nivel reconocida a nivel internacional. No podemos olvidar que este evento nos atrae gente de mucho nivel a la ciudad y esto es muy importante. Se habla de nuestra ciudad en todos los medios náuticos y poco a poco vamos consiguiendo que se abra este campo que hasta ahora estaba cerrado en Barcelona. La Regata Barcelona World Race fue un ejemplo de ello. La salida de esta regata fue uno de los espectáculos náuticos más bonitos que han tenido lugar en nuestra ciudad. Cuando vinieron los Top Ship, los grandes barcos escuelas del mundo que estuvieron aquí hace dos años, también fue una fecha memorable. Con todo esto conseguimos que Barcelona recupere el espíritu marítimo. Ese espíritu náutico y aventurero que siempre ha marcado a nuestra ciudad.
Es una regata absolutamente distinta a la Copa del Rey de Palma de Mallorca, la cual Puig también patrocinaba…
Son proyectos totalmente distintos. Si lo comparamos con coches, unos son “Fórmulas uno” y esta es una regata de coches antiguos. Son cosas distintas, pero lo cierto es que las dos están ligadas a la mar. Esta está especialmente marcada por un espíritu de clasicismo que creemos puede aportar mucho a la ciudad, porque nunca hemos tenido una regata de barcos clásicos.
¿Qué ocurre en España que no acabamos de aficionarnos a ver las regatas como vemos otros deportes?
A este respecto le diré tres cosas que no tienen nada que ver la una con la otra. La primera es que somos uno de los países del mundo con más medallas olímpicas náuticas; y además, más de la mitad del medallero olímpico español está compuesto por medallas náuticas. Esto quiere decir que nuestra juventud está preparada para la mar. La segunda está relacionada con la terminología marítima, que a veces es complicada. En tercer lugar le comentaría un dicho que se decía por Bilbao hace muchos años: “es más aburrido que una carrera de balandros”. Esta es una forma de decir las cosas. En la mar es muy bonito regatear. Pero a veces, seguir todo el tiempo una regata puede resultar tedioso. Pero en definitiva le diré que todo merece la pena por ver competir a estos barcos clásicos con sus despliegues de velas y sus movimientos contra el viento.
Aprovecharé, aunque se que no le agrada pronunciarse, que me haga una valoración sobre la Copa América en Valencia.
La Copa América en Valencia ha proporcionado un espectáculo sensacional que ha situado a España en el mundo como país de navegantes de una forma extraordinaria. La organización de la Copa América ha sido prácticamente perfecta. La embarcación de Iberdrola, el Desafío Español, ha hecho un gran papel. No esperábamos que lo hiciera tan bien, e incluso yo, que conozco bien el mundo de la vela, no esperaba que llegara tan adelante. Por otro lado, si analizamos la historia de la Copa América que comenzó en 1854, veremos la cantidad de pleitos, problemas y entuertos que ha habido a lo largo de los años. Este año es uno más en esa historia de handicaps. Pero no tiene nada que ver con la ciudad de Valencia.
¿Y cual es el problema?
Es un problema entre dos armadores que no logran ponerse de acuerdo o son incapaces de hablar de una forma clara. Los americanos, por otra parte, están muy dolidos porque no tienen la Copa América desde hace muchos años. Todo esto, unido, ha provocado la circunstancia en la que nos encontramos. Pero insisto. Esto no tiene nada que ver con Valencia, una ciudad que se ha portado con una elegancia sin precedentes. Además, seguramente el valenciano es uno de los campos de regatas mejores del mundo para regatas tipo la Copa América y concretamente esta edición ha sido la que mejor se ha podido ver de la historia.
¿El mejor campo de regatas comparado con…?
La diferencia existente con los campos de regatas de Oakland, que está en nuestras antípodas, es colosal, por ejemplo. El campo de regatas de Oakland estaba a una hora y media del puerto. Además unos días no había viento y otros se presentaban con unas olas que impedían la navegación. En San Diego los problemas eran prácticamente los mismos. En definitiva podemos afirmar que Valencia ha sido perfecta.
Se ha especulado tanto que una voz acreditada como la suya es casi imprescindible para “desfacer entuertos”.
Se ha elucubrado sobre mil hipótesis y se han dicho muchas cosas. Entre ellas que los valencianos nos habían quitado la posibilidad de una Copa América en Barcelona. Yo, estando en la candidatura de Barcelona, sabía que no sería posible. Nuestro viento no es el viento de Valencia. Nosotros tenemos la sierra litoral muy cerca y no permite que el viento venga y salga como en Valencia, que tiene su sierra mucho más atrás y un espacio de tierra más amplio donde se puede calentar el viento haciendo que la corriente sea perfecta. En Valencia es rarísimo tener que suspender una regata por falta de viento. Sucedió durante los tres primeros días de la Copa América, pero fue algo excepcional. Tengámoslo claro y dejémonos de especulaciones. El problema del viento ha sido capital.
Volvamos al presente. La presencia de barcos clásicos es espectacular y numerosa para ser una primera edición.
Hemos trabajado mucho para que todos estos barcos que ahora ve usted amarrados estén aquí. Evidentemente el primer año cuesta, pero mire.
Aquí veo una bandera española, otra de Antigua, un barco inglés con bandera de Antigua, más allá hay una bandera argentina, otra francesa, también veo una alemana, otra británica…Una maravilla.
Y muchos idiomas mezclados en el Real Club Náutico…¿Señal de internacionalización?
Hoy se está celebrando, además, una reunión del CIM, el Comité Internacional del Mediterráneo, que fue impulsado en 1932 por cinco presidentes de cinco Clubes: el Club Náutico de Barcelona, el Club Náutico de Francia, el Club Náutico de Mónaco, el Club Náutico de Italia y el Club Náutico de Grecia, y que son los que han confeccionado las reglas de la vela clásica en todo el mundo. Nuestro Comodoro ha sido presidente del CIM durante los últimos cuatro años y ha ayudado de una manera considerable a la realización de esta regata.
Gema Castellano
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