Ante la pregunta que nos suelen hacer con bastante frecuencia acerca de las perspectivas futuras de Chile y la región americana con la idea última de acercarse e invertir, respondemos que comparativamente con otras zonas del mundo, en especial con la Unión Europea, América Latina, Chile en particular, han resistido bastante bien la crisis crediticia y los negocios continúan robusteciéndose.
La nube negra es la inflación, los distintos Bancos Centrales están acometiendo con los instrumentos a su alcance el control de los precios, Chile subió su tasa de interés interbancaria en 50 puntos básicos, situándola en el 6,75%. La Unión Europea lo ha hecho recientemente en 25.
Para América Latina se espera un alza promedio del PIB en el 2008 entorno al 4 y 4,5%, el pasado año esta fue de un 5,2%. Esta expansión se sustenta en los precios de las materias primas que mantienen en buena forma las cuentas fiscales y las externas, la estabilidad macroeconómica y las bajas tasas de interés lo cual fortalece la demanda nacional.
Una de las ventajas que ofrece Chile es que es posible financiar la inversión que se persigue en el mercado local recurriendo a las entidades financieras establecidas, no es necesario, salvo que las condiciones sean mejores, traer el capital de fuera.
Lo anterior nos lleva a referirnos al último estudio de la consultora KPMG, en el que entrevistaron a ejecutivos de las 300 principales compañías inversoras en el mundo, incluidos los fondos de inversión y fondos soberanos, realizada en 15 países.
Tras Estados Unidos, Brasil y México las firmas consultadas sitúan a Chile como destino de sus próximas inversiones a un año en América, igual posición entre aquellos que la harán en los próximos cinco años, la diferencia radica en que el porcentaje del 3% que lo hará antes de doce meses crece a algo más de un 5% de quienes esperan concretarla en el lustro venidero.
En un plano global, en competencia con el mundo entero, estas sociedades que desean invertir colocan a Chile en el puesto 17 en materializaciones en el período inmediato y en el 13 en un lapso superior.
Si la medición se hace considerando solo a los países llamados emergentes, Chile aparece en el 9 lugar a corto plazo y en el sexto a largo plazo.
Curiosamente, todos los países que están por sobre Chile en las preferencias de los encuestados, excepto Singapur, son naciones con más de 40 millones de habitantes, donde 8 o 9 superan largamente los 100 millones, y en el grupo de los que recibirían inversiones a mayor distancia todos exhiben grandes poblaciones largamente por encima de Chile.
Chile sigue manteniéndose en lugares muy parecidos a los de mediciones anteriores, a medida que el inversor va tomando conciencia que el tamaño chileno es engañoso, -es posible acceder a más de 3800 millones de consumidores en condiciones muy ventajosas-, las formalizaciones se acentúan. Ya informamos que Chile es el líder en América Latina en inversión per cápita, la que ronda los US$ 1000 dólares por habitante.
Las motivaciones de quienes invierten fuera no guarda relación con lo se privilegiaba en el pasado. Ya no son los bajos impuestos y unos costes laborales por los suelos lo que las compañías aseguran andar buscando a la hora de poner geografía a su capital.
Los primeros factores son, de más a menos:
la estabilidad política
un sistema normativo neutro
unas infraestructuras potentes
El régimen fiscal figura en sexto lugar, y los bajos costes laborales, en último puesto. Según KPMG “importa más la estabilidad fiscal que un tipo de impuesto de sociedades bajo o que la existencia de incentivos específicos como las vacaciones fiscales", precisan. Las empresas buscan, sobre todo, entornos predecibles. Chile cumple los requisitos.
Tomás Pablo