Relacionado con este indicador, el ted spread mide la diferencia entre la libor y los bonos del Tesoro de EE.UU., que son papeles de muy poco riesgo. Lo que muestra el ted spread es el riesgo del sistema financiero, explica Juan Pablo Castro, de Santander GBM.
En un año normal, detalla el economista, este indicador está en torno al 0,4%; sin embargo, en octubre, al momento de desencadenarse la crisis, el indicador se disparó a 4,63%. Un poco antes, la libor también marcó un récord: saltó de 0,2% en agosto, a 6,9% en septiembre. En el último tiempo, el panorama ha cambiado: el ted spread ha caído a niveles cercanos al 1%, mientras que la libor bajó a 0,21%.
"Todavía estamos en niveles bastante altos", aclara Castro, "es una situación estresada, pero es indudable que el sistema financiero no va a colapsar", agrega. El índice VIX -que mide la volatilidad del mercado- ha seguido un camino similar al de los otros indicadores. Del techo de 80,86 puntos, marcados en noviembre, el VIX ha caído a las 36 unidades.
Sin embargo, el índice todavía se mantiene por sobre su media histórica de 24 puntos. "Hay volatilidad, pero mucho menos que en la era de la caída de Lehman Brothers", aclara Rodrigo Aravena, de Banchile. Las medidas de estímulo fiscal, al igual que los planes de saneamiento de activos de tóxicos de parte del gobierno de EE.UU., han empujado estas cifras a la baja, detalla álvaro Taladriz, analista de LarrainVial. Los tres indicadores traen buenas noticias, dicen los analistas.
"Tenemos un cuadro bastante claro: hay un grupo de indicadores, como el desempleo, que muestras cifras muy malas, pero otros indicadores, como el ted spread y el VIX, entregan cada vez más evidencia de que estamos cerca de un punto de inflexión", dice Aravena.
Sin embargo, advierte Kathryn Rooney -estratega de Bulltick Capital-, aún no estamos frente a una recuperación. "Estamos viendo una estabilización", aclara Rooney.
¿Qué falta entonces para hablar de un repunte? "Necesitamos ver que la caída de la actividad económica sea cada vez más lenta, y para eso hay que estar atentos a las cifras del PIB de EE.UU.", explica Aravena.
El panorama que proyecta el economista de Banchile es optimista: "Los mercados anticipan la recuperación financiera dos a tres trimestres antes. Por sí solos, los indicadores no aseguran una recuperación. Pero se trata del primer paso", pronostica Aravena.