En efecto, comenzando por las infraestructuras donde el país necesitara inversiones por 50.000 millones de dólares hasta 2020, hasta sectores tan relevantes en que el país goza de ventajas de toda índole tales como la industria alimentaria, las infraestructuras digitales, la biotecnología, los centros financieros, la industria auxiliar de la minería y de las energías renovables, los servicios globales, el sector forestal, el acuícola, el turismo de intereses especiales y de negocio, los servicios en general, la logística industrial, todos con un gran porvenir para quién desee invertir en ellos.
El buen hacer del país se ve reflejado en las cifras de crecimiento, a falta de confirmación definitiva por el Banco Central de Chile, en el 2010 el país habría crecido un 5,2%, y para este año las previsiones apuntan a un 6%, que de concluir así se podría situar como la nación OCDE con mayor incremento del Producto Interior Bruto.
Recordemos que todo esto ha tenido y está teniendo lugar después de un terremoto de características colosales, similar al de Japón de hace pocos días, donde en palabras del Presidente Piñera, “Chile perdió un punto de su PIB, un tercio de sus escuelas y centro de salud y, lo peor de todo, 525 vidas”.
En este entorno chileno favorable a la inversión y considerando lo que está aconteciendo en un plano global las estrategias hay que encausarlas hacia aquellos sectores donde se puedan asegurar retornos que garanticen el capital invertido y por ende la sobrevivencia del negocio elegido.
Hoy por hoy está destacando la Industria Alimentaria, esta vez viene para quedarse por mucho tiempo como un nicho interesante para el inversor, el desarrollo que está experimentando el mundo, esta atrayendo a una población cada vez mayor como consumidores de toda clase de alimentos. A lo anterior se unen otros signos, los clásicos de toda la vida, tales como escasez por sequías, alza en el precio de los combustibles, y otros productos de cambios climáticos que asolan a todos los continentes.
Los analistas nos previenen señalando que aún disponiendo de un clima ideal en Estados Unidos, el mayor exportador agrícola a nivel global, diera lugar a cosechas récord, la expansión de la demanda y las decrecientes reservas significan que existiría un claro riesgo de que nos enfrentemos a falta de alimentos.
Tomen nota de un ejemplo. China compra casi un cuarto de la cosecha estadounidense de soya para alimentar cerdos y pollos, que son consumidos por su clase media. Sus plantas textiles se quedan con casi un tercio de las exportaciones de algodón de EE.UU. Las exportaciones de trigo que salen de este país acumulan un alza de 46% frente al año anterior porque el mal tiempo dejó fuera de juego a competidores como Rusia y Canadá.
Los precios se mantendrán altos por años según los expertos, si a esto se añade que cualquier cosecha de las consideradas grandes mengüe en sus resultados el mercado se estaría enfrentando a grandes fluctuaciones en los precios.
El rápido crecimiento alcanzado por los mercados emergentes, empuja a que los precios de los alimentos estén aumentando junto a la demanda global. En 2008, en EE.UU. escalaron 5,5%, la mayor alza en 18 años. Los precios del trigo han dado un salto de 80% frente a un año antes. El encarecimiento de los alimentos fue uno de los motivos que desataron las protestas callejeras que han arrasado el norte de África, donde el trigo domina la dieta. Y Egipto es el mayor importador de este grano. Los gobiernos en Asia están recurriendo a subsidios y controles de precios para proteger a sus consumidores de la inflación.
El USDA prevé que EE.UU. incrementará el área cultivada con las ocho mayores cosechas este año en casi 4 millones de hectáreas, o 4%, el cambio más grande en 15 años. El departamento pronostica que los agricultores de maíz producirán un récord de 13.730 millones de bushels en el tercer trimestre.
Chile cuenta con plantaciones de diversos cultivos que copan un millón de hectáreas, dispone de otras cuatro millones consideradas de aptitud agrícola, válidas para ampliar la oferta existente, ya sea especializándose en una agricultura de nicho con alto valor agregado, o, transformando y elaborando alimentos que cubran los segmentos más exigentes de consumidores localizados en cualesquiera de los países con los que se mantienen tratados de libre comercio.
La invitación extendida por el Presidente Piñera va en la dirección correcta en un planeta en el que los cambios son una constante, lo único seguro es que tenemos que estar preparados para hacerles frentes. La mayor demanda por alimento es una buena noticia no solo para los que invierten en él, también lo es para millones de personas que se integran al mercado al mejorar su calidad de vida, les permite sumarse a la demanda que se genera.
El próximo mes de junio -6 al 9-, CORFO, invita a empresarios que deseen estudiar e invertir en la Industria Alimentaria, a visitar e implantarse en Chile, uno de los mayores productores de alimentos.
TOMáS PABLO R.