La escritora gallega Carmen Formoso había escrito una novela y la presentó al premio Planeta, el de mayor importancia económica de los que se dan en España. No ganó. Poco después, compró en una librería «La cruz de San Andrés», de su admirado y paisano Camilo José Cela. Cuando la leyó, casi la dió un ataque de nervios: era exactamente igual a la que ella habñia escrito, cuyo título no ha trascendido.
Formoso no se atrevió a decir nada ni ten siquiera a sus hijos. Prefirió darles la novela de Cela a leer y que fuesen ellos quienes descubrieran la extraordinaria semejanza entre la obra de su madre y la del Premio Nobel de literatura. Y ocurrió: los hijos se sorprendieron de que ambas novelas fuesen tan iguales y, después de pensárselo mucho, ha puesto una denuncia por plagio contra él.
Camilo José Cela lo niega todo, como era de esperar. Su esposa, la periodista Marina Castaño, ha dicho a la prensa que «esa mujer se va a enterar: la vamos a meter una querella que se va a tener que pasar toda la vida trabajando para pagarla».