El Palacio de Pedralbes, marco incomparable del banquete de boda de la Infanta Cristina, ha sido, – como “il faut” y porque no podía ser de otra manera -, el lugar elegido por Mariángel Alcázar para presentar su libro “ Reina por un día”, editado por Martínez Roca. Nerviosa y algo tímida pero , como siempre, segura de sí misma, la Marquesa, – así la llaman en la redacción de El Periódico, medio para el que desarrolla su actividad laboral habitualmente -, escuchó mas que habló durante la protocolaria tanda de intervenciones de presentación; “ porque qué voy a decir yo de mí misma que ya no sepan, o no tengo que demostrar nada”, – debía pensar.
En efecto, esta licenciada en Ciencias de la Información, redactora de El Periódico de Cataluña, colaboradora de “ El Matí de Catalunya Rádio”, eterna acompañante de los Reyes de España en todos sus viajes, estudiosa insaciable de las monarquías, crítica implacable, vigilante y ácida de cualquier gesto incorrecto por parte de esos personajes a los que admira y en cierto modo ama, perfeccionista dama capaz de arremeter contra cualquiera que se permita el mas mínimo relax en su comportamiento y soltera por convicción y porque “ espero a que se case el Príncipe ya que de lo contrario estaría dispuesta a sacrificarme por el bien de la Corona”,- según le comunicó a S.M la Reina en persona, – bromea demostrando un gran sentido del humor -, ha mantenido en jaque especulativo durante días a demasiados escépticos y posiblemente faltos de imaginación que aseguraban que sobre las monarquías ya se ha escrito todo en la prensa especializada y que este libro no era otra cosa que la materialización de una absurda pretensión de ascender de “ marquesa “ a “ reina”, o al menos a “ cortesana favorita”.
Se equivocaron y “ la Alcázar” sabía que se equivocaban y que su obra sorprendería. De ahí , sin duda, esa segura frialdad y socarrona sonrisa a la hora de presentar un libro ligero, divertido y anecdótico, pero sobre todo, inmensamente útil para aprender a salvaguardar algo tan importante para triunfar en estos tiempos como es la imagen y las formas, además de didáctico.
Desde aquí tenemos que recomendar este libro y no por la identidad de la autora, sino por egoísmo propio. Seguramente a partir de ahora y si las futuras (os) casaderas (os) quieren aprender, empezaremos a ver afortunadamente novias, madrinas e invitados mas elegantes en las puertas de las iglesias durante las soleadas primaveras españolas, a asistir a banquetes menos parecidos a los de El Padrino en los restaurantes especializados en “ bodas a mogollón de abril a septiembre” y a notar comportamientos menos surrealistas durante este tipo de eventos; que ya es de agradecer.
Respecto a los regios o adosados personajes que decoran las portadas de las revistas , todos pasan bajo la mirada crítica de Mariángel antes o después de hacerlo por “ vicaría”. La Alcázar asegura que no se ha callado nada que al lector le pueda interesar en este libro, y en efecto encontramos en él anécdotas y hechos que solo puede conocer una persona que lleva quince años analizando, observando, criticando, defendiendo o rechazando, – aún a riesgo de tener que soportar algún tirón de orejas -, a estos raros “especímenes” que conforman las ancestrales y ya no tan tradicionales monarquías europeas.
Gema Castellano