El candidato a la alcaldía de Madrid por Los Verdes ha decidido hacer una revelación importante en plena precampaña electoral para la alcaldía de la capital: es homosexual. Para sincerarse con la opinión pública y el electorado ha ofrecido una entrevista a la revista Zero, que se publica hoy, en la que asume abiertamente y sin tapujos su ‘homosexualidad imperfecta’ y reconoce que ha tardado tanto en confesarlo ‘por cobardía’.
El que fuera representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), asegura en esta entrevista que haber salido del armario con anterioridad no le habría beneficiado: ‘Si yo me hubiera confesado homosexual en la ONU nadie me hubiera perseguido, pero no hubiera sido responsable de la mayor operación humanitaria de las Naciones Unidas’. ‘El mundo gay puede contar conmigo para lo que haga falta y defender juntos nuestros derechos, pero por otro lado, no soy muy de gueto y ya sé que eso es una tontería, pero no soy de vivir en ese ambiente. Hay una parte del mundo gay que es lo más florido y hermoso, lo más folclórico, lo más plumífero, que no me seduce’.
En cuanto a la cuestión de oportunidad, la posibilidad de que le tilden de oportunista al haber hecho estas declaraciones en este momento, el candidato a la alcaldía lo tiene claro: ‘No he presentado mi candidatura a la alcaldía de Madrid porque sea gay, sino por muchas otras cosas y, por tanto, no me gustaría ser sólo el candidato de los gays; lo que sí me hace mucha gracia es que todo el mundo ande rifándose unos cuantos gays para sus listas y de pronto una la encabezo yo’.
¿Cuál es la importancia que le ofrece Mendiluce a la cuestión de ser gay? ¿En qué cree que le ayudará políticamente? ‘Lo de ser gay es importante, ya que normalmente deberías tener una sensibilidad mayor por formar parte de un colectivo marginado, ninguneado, perseguido o bromeado por los homófobos. En ese sentido no me cabe ninguna duda de que el alcalde de París o el de Berlín tienen una sensibilidad mucho mayor con los derechos de las llamadas minorías y la libertad, pero es que además son buenos políticos, personas que aparte de gays son muy capaces’.
Mendiluce también es consciente de que esta salida del armario puede ser un movimiento calculado que se le vuelva en contra en algún momento. Asegura no tener ni idea de las consecuencias que sus declaraciones pueden tener. Pero afirma: ‘Habrá gente que me verá con más simpatía y otra, por el contrario, con más recelo, incluso habrá quien me rechace’.
Para el eurodiputado, la política de Alberto Ruiz-Gallardón manifestándose a favor del matrimonio de gays y lesbianas no es más que ‘oportunismo’ y sobre el reciente sí dado al candidato del PP por la esposa del presidente del Gobierno, Ana Botella, arremete sin tapujos: ‘Lo de poner a Ana Botella, una legionaria de Cristo en asuntos sociales, significa que la ideología que va detrás de esta extrema derecha religiosa va a formar parte del gobierno de Madrid, si no votamos otra cosa’. Va, incluso, mucho más allá.
Mendiluce está convencido de que a Ana Botella se le escapará un día de estos que las parejas homosexuales son antinaturales y que la homosexualidad es una enfermedad con la que hay que tener, como mucho, caridad cristiana’.
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