…, regresa a España como un triunfador y sin rencores hacia el ‘stablishmen’. Sí. Sin rencores, a pesar de haberse visto envuelto en una polémica -la iniciada por la oportunidad o no de transformar la Compañía Nacional de danza en clásica después de que su anterior presidente la transformara en contemporánea- digna solo del fanatismo artístico provocado por los “personalismos”; en el que, a menudo y en “rebotica”, se ven envueltos esos y esas “divos” y “divas” que más aplausos y reconocimientos reciben del “respetable”.
Corella no está dispuesto a recoger más guantes. Su compañía de ballet -joven, se fundó en 2008- está capacitada para convivir con cuantas sean necesarias sin más competitividad que la propiamente interpretativa y el virtuoso bailarín -uno de los más importantes del mundo- insiste en que es un error intentar transformar la Compañía Nacional de Danza -que Nacho Duato convirtió en contemporánea- en una corporación de danza clásica porque “los bailarines no se reciclan”.
No le falta sentido común a sus palabras, pero en ésto -como en otras muchas cosas- son los políticos los que deciden, aunque carezcan de información y rechacen el asesoramiento para hacerlo de una manera correcta. Mientras tanto, y como ya es habitual en España, a la cultura se le sigue dando poca importancia y si de ballet hablamos, la cosa se pone peor. La fuga de talentos es inevitable y los que se quedan, no tienen más remedio que limitarse a obras, coreografías y programas de segunda y de tercera por falta de presupuestos. la actual ley de Mecenazgo no ayuda a que el capital privado se interese por los asuntos culturales y conseguir apoyos institucionales perdurables se convierte en una odisea sin final feliz.
Veámos datos. A pesar de contar con talentos reconocidos internacionalmente como Angel Corella que -además- apuesta por la creación de una compañía de danza y una escuela destinada a hacer cantera, ninguno de los dos grandes teatros nacionales -el Liceo de Barcelona y el Teatro Real de Madrid- cuentan con una compañía de danza residente a imagen de las grandes ciudades del mundo. Este es sólo un ejemplo de la desidia con la que en España se abordan los diferentes sectores culturales y en especial el de la danza.
Angel Corella, que nos muestra orgulloso a través de su iPhone fotos de personajes como Lauren Bacall, Oprah Winfrey, Whitney Paltrow o Richard Gere, entre un buen número de iconos hollywoodienses, rendidos a sus pies -una situación que, confiesa, sigue sorprendiéndole a pesar de reconocer su éxito- presentará en Barcelona un programa fascinante compuesto por “Suite de Raymonda”, “For 4” -una pieza de extrema dificultad tanto técnica como artística basada en los cuatro movimientos característicos del ballet ruso, danés, americano y latino-, “Soleà Pas de Deux” -compuesta por María Pagés inspirándose en la relación artística entre Angel Corella y su hermana Carmen, bailarina del American Ballet Theatre- y DGV -una pieza creada para conmemorar la creación de la línea de alta velocidad Lyon-París en la que, insiste Corella, “los bailarines no tocan el suelo”-. Un programa ambicioso que, insiste, llega al Tívoli ya bregado, para que el público lo disfrute en todo su explendor.
Hemos hablado con él. Elegante, correcto, simpático y sofisticado, Corella no tiene, sin embargo, ningún inconveniente en afrontar las facetas menos brillantes de ese diamante que es la danza; y en especial la danza clásica, que es la que a él más le inquieta. En esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/TV, Angel Corella apuesta por el Ballet incluso como un valor turístico de primer orden para atraer mercados de calidad; y en esto, tampoco le falta razón al maestro.
Gema Castellano
Pulse las fotos para Ampliarlas
Noticia Relacionada Informativos.Net:
ANGEL CORELLA RECIBE EL ‘INTERNATIONAL BALLET AWARD’ CONCEDIDO POR LA ROYAL ACADEMY OF DANCE
EL MECENAZGO: UNA FIGURA TAN UTILIZADA COMO DESCONOCIDA POR LAS GRANDES EMPRESAS ESPAñOLAS