• Joven “Mal Criat”
Cerca de las Hoces del Cabriel, donde se funden los climas mediterráneo y continental y allá donde las noches son más frías, nació en 2009 un proyecto llamado Cataruz con dos referencias muy definidas llamadas ‘Melic‘ y ‘Mal Criat‘. El primero significa ombligo y se presenta como un vino de bobal y merlot muy fresco y frutal, goloso, de estupendo paso en boca y con cierta untuosidad. Mal Criat, lejos de las apariencias, para los valencianos es simpático, con gracia, y así nos llega este “hermano pequeño” para el que la bodega ha rescatado una garnacha tintorera que, combinada con la merlot, se convierte en un vino joven, divertido y alegre, también goloso y frutal, persistente y explosivo.
“Estamos asustando a la gente joven”, explica su propietaria, Coqué Ruz, para argumentar por qué tenía tan clara desde un principio la elaboración de este vino joven con un mínimo de crianza. “La merlot ayuda a suavizar el vino, la gente aprecia la fruta y nosotros buscamos los sabores primarios, naturales y no adulterados”. “Esta historia no acaba aquí, los dos crecerán y nosotros iremos madurando, sin cambiar la esencia”, asegura.
• Ecológicos de Aranleón
“En nuestro viñedo hay margaritas”, nos dicen en Aranleón, una bodega ecológica que cuenta con 120 hectáreas de viñedo propio y viñas que llegan a superar los 70 años. Empezaron con Solo, bautizado así como la única referencia que era allá por el año 2003. Ha llegado a su añada 2009 con el caracol de su etiqueta (en otras aparece un león) y como un vino de 12 meses en barrica, elaborado con bobal, tempranillo y syrah, en el que sobresalen frutas dulces y mermeladas. Vino largo, persistente y muy agradable que mejorará aún más después de un par de meses en botella.
Otros vinos para disfrutar del momento son ‘Ahora‘ (2011) y ‘Blés Crianza‘, este último de monastrell, tempranillo y cabernet (D.O. Valencia), nombre que en francés significa “trigo” y que hace honor a su filosofía natural. De Ahora, mezcla de bobal y cabernet con menos de seis meses en barrica, diremos que mantiene toda su fruta y frescura y resulta ideal para el tapeo o para lo que podríamos catalogar como un vino de diario.
• Chozas de Carrascal
Otro interesante proyecto, que acaba de celebrar su décimo aniversario, lo encontramos en la Bodega Chozas de Carrascal, de la que vamos a destacar dos vinos de pago. El monovarietal Cabernet Franc de Chozas, con nueve meses en barrica y que en su cosecha de 2010 se presenta como un vino elegante, de frutas negras con sensaciones minerales en nariz, un vino expresivo, con cuerpo, carácter y amplitud en boca, que envuelve y persiste.
No una sino ocho variedades tiene por su parte ‘Las Ocho‘, elaborado con una suerte de armonía de dos tipos de bobal, garnacha, tempranillo, cabernet sauvignon, cabernet franc, syrah y merlot. Una fermentación de 14 meses en barrica de roble francés y 12 meses en botella dan como resultado este vino frutal, amable y equilibrado.
La mayoría de estas bodegas, como ocurre en gran parte de España, se ven abocadas a la exportación a países donde sus vinos son muy valorados. Hasta un 95% de la producción en muchos casos acaba fuera de nuestras fronteras, el resto principalmente en la Comunidad Valenciana, pero siempre habrá una ocasión para disfrutar de estos vinos diferentes, bien hechos y sumamente placenteros.
Mar Villasante
@MarVillasante
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