Transcribimos a continuación la intervención de Fox.
ôMuchísimas gracias. Muy buenas tardes.
Es un honor para nosotros estar aquí con todas y con todos ustedes. Un saludo afectuoso también desde México a este querido país hermano de El Salvador.
Señoras y señores Magistrados:
Yo me siento muy complacido de estar en la sede del Poder Judicial de El Salvador. Es un honor dirigirme a ustedes, los representantes de este Poder Constitucional.
La ley es el fundamento de la convivencia pacífica entre los pueblos y también de la equidad en que ha de fincarse el bienestar y el desarrollo. El Estado de Derecho es por ello la piedra angular del progreso de nuestras sociedades.
En México estamos trabajando intensamente para que nuestras instituciones de justicia se conviertan en uno de los ejes de la vida democrática. Ponemos énfasis en la seguridad jurídica y en una justicia pronta y expedita que garantice el imperio de la ley y que por cierto es la mayor demanda claramente expresada de ciudadanos y familias en nuestro pa¡s.
En este sentido, hemos emprendido con decisi¢n acciones para combatir la corrupci¢n. +sta significa un c ncer para las sociedades, es el mal de todos los males, lastima las aspiraciones leg¡timas de los ciudadanos y ciudadanas e impide el desempe_o transparente de la gesti¢n poblica.
Nuestra lucha frontal contra la corrupci¢n parte de una convicci¢n personal y es una respuesta inequ¡voca al reclamo generalizado de todos y cada uno de los mexicanos y mexicanas.
El Poder Judicial entonces es uno de los pilares en que se basa todo pa¡s democr tico en la lucha para disminuir los niveles de inseguridad y delincuencia, por medio de reformas, programas y acciones para prevenir, contrarrestar y controlar el crimen y la violencia.
Debemos fortalecer los valores de una cultura apegada a la ley, M’xico est trabajando duramente para promover esta cultura, no s¢lo en beneficio de mexicanos y mexicanas, sino tambi’n de todas las personas que se encuentran en nuestro pa¡s en un momento dado, sin importar su nacionalidad. Aplicamos la regla de oro de no hacer a los dem s lo que no deseamos para nosotros.
Sabemos que hay un tr nsito muy importante de personas originarias de El Salvador que pasan por el territorio mexicano en camino hacia los Estados Unidos y que en frecuentes ocasiones sufren maltrato por parte de algunos funcionarios mexicanos.
Mi Gobierno est tomando las medidas necesarias para evitar esas condenables situaciones. Procederemos con mano firme frente contra los que atenten contra los derechos humanos de los migrantes.
Precisamente en estos d¡as estaremos haciendo una visita personal a la frontera sur de nuestro pa¡s, para verificar las condiciones, para verificar la situaci¢n de trato a los migrantes y a las migrantes que van de Centroam’rica o de El Salvador hacia M’xico y finalmente hacia los Estados Unidos.
Y de esa visita seguramente sacaremos acciones concretas y compromisos para asegurar el respeto total, absoluto a los derechos humanos de los migrantes, situaci¢n misma que exigimos y venimos exigiendo de tiempo atr s en el caso de nuestra frontera norte con los Estados Unidos.
Sin embargo esta lucha no la puede ganar s¢lo el Gobierno. La corresponsabilidad entre autoridades de El Salvador y de M’xico, la corresponsabilidad de los propios ciudadanos nos permitir avanzar en el combate contra las organizaciones delictivas que explotan a mujeres y hombres que deciden salir de su pa¡s en busca de las oportunidades que les permitan prosperar y salir adelante.
La globalizaci¢n nos obliga al di logo, y debemos anticipar las bases de una m s activa cooperaci¢n en el tratamiento de los temas de la nueva agenda internacional, no s¢lo en la esfera de la justicia, sino en todos los mbitos de nuestra relaci¢n. En este sentido, son ilustrativos los casos recientes en materia de extradici¢n que han permitido a nuestras naciones actuar frente a asuntos y cuestiones en que tradicionalmente se hab¡an mantenido al margen.
M’xico est dispuesto a participar en la construcci¢n de una cultura de la legalidad y de la justicia en nuestra regi¢n, porque la preservaci¢n del Estado de Derecho es la base del futuro que anhelan nuestros pueblos.
Se_oras y se_ores Magistrados:
Perm¡tanme agradecerles su hospitalidad y asegurarles que en M’xico encontrar n una Naci¢n dispuesta a asumir las responsabilidades que le corresponden en el mbito de sus relaciones internacionales. Nuestro prop¢sito es actuar conjuntamente y atender con eficacia los problemas que compartimos.
Todo lo que hagamos para fortalecer el clima de confianza y cooperaci¢n ser en beneficio de los pueblos de nuestros pa¡ses que hoy mantienen sus relaciones bilaterales en el m s alto nivel, gracias a su hermandad y a la voluntad inquebrantable de construir unidos un futuro m s promisorio.
Y nuevamente much¡simas gracias a todas y a todos ustedes por recibirnos aqu¡.
Gracias».