• Quienes somos
  • Nuestra Historia
  • Contactar
  • Políticas de Privacidad
  • Políticas IA
  • FUNDACIÓN
Informativos.Net
Medio online independiente desde 1999
Informativos.Net
  • Inicio
  • Life Style Magazine
  • Editorial
  • Secciones
    • Actualidad
    • Cultura
    • Entrevistas
    • Fake News
    • Gastronomia-Vinos
    • LifeStyle & Destinos
    • Medio Ambiente y Renovables
    • Seguridad, Autoprotección y emergencias
    • Salud
  • Archivo
    • Otros Paises
    • Panorama Mundial
    • Música
    • Noticias Curiosas
    • Cine
    • Empresas
    • Motor
    • Opinión del Lector
    • Chile
    • Catalunya
    • Publi-Reportajes
    • Tecnología
    • Vela
  • Políticas IA
  • Autores
    • Gema Castellano
    • Jose Escribano
    • Abel Marín
    • Christian Correa
    • Gustavo Egusquiza
    • Jesús Belenguer
    • Jose Anastasio Urra Urbieta
    • Pablo Arce
  • Sobre Gema Castellano
Panorama Mundial

YUGOSLAVIA

escrito por Jose Escribano 10 de abril de 1999
0FacebookTwitterPinterestLinkedinRedditWhatsappTelegramThreadsBlueskyEmail
228

Si ayer fue Sadam Husein, hoy ha sido el turno de Milosevic o, en realidad, en una y otra ocasión, el de los pueblos que tan destacados estadistas conducen. Sin embargo, la OTAN (entiéndase los Estados Unidos y su socio europeo Gran Bretaña) parece soslayar las peculiares diferencias entre uno y otro caso a la hora de plantear el ataque contra objetivos serbios. Sadam Husein es un cacique tercermundista sin apoyos internacionales sostenido por la fuerza de un ejército que el hoy apóstata Occidente armó para frenar la revolución islámica iraní y que no tiene más legitimidad que la que le brinda un pueblo timorato, hambriento y destrozado por más de una década de guerras y que se aferra a un tirano como símbolo de rebeldía por el orgullo nacional mancillado. Nada más sea por la pura complejidad del secular conflicto balcánico, el ataque al feudo de Milosevic y sus posibles repercusiones resultan más delicadas.

Serbia no es una productora de petr¢leo que justifique una campa_a militar con fines econ¢micos de regulaci¢n. En cambio, es una naci¢n europea cuya situaci¢n ha tendido tradicionalmente una enorme repercusi¢n en la estabilidad continental (recu’rdese el origen de la Primera Guerra Mundial). Y aon la conserva. De hecho, sigue contando con los apoyos de la eslava Rusia, eso s¡, en la medida de las posibilidades de la decr’pita potencia. Incluso, la tan cacareada Pol¡tica Exterior y de Seguridad de la Uni¢n europea puede decirse que se ha visto seriamente condicionada por el sonoro y vergonzante fracaso en la mediaci¢n en la guerra de Bosnia entre serbios, croatas y musulmanes, episodio que, por cierto, lejos de estar cerrado puede volver a reproducirse y, qui’n sabe, si extenderse por el  rea.

Algo m s. Por un lado, la capacidad defensiva y la peculiar geograf¡a de la actual Yugoslavia hacen que sea ‘ste un objetivo mucho m s complicado que los f ciles bombardeos de Teher n o Basora. Como en toda guerra civil, los frentes, aun trat ndose de bandos claramente identificables, no est n igual de bien definidos ni los objetivos militares nada claros. Lo que, en principio, se ha justificado como una operaci¢n humanitaria, puede acabar con resultados desastrosos y no s¢lo desde el punto de vista pol¡tico. La poblaci¢n civil va a ser una vez m s la gran sacrificada. Por otro, no creo, sinceramente, que la opini¢n poblica europea o, m s bien, los telespectadores europeos no van a encajar una intervenci¢n militar como ‘sta a pocos kil¢metros de sus hogares con la misma serena y displicente atenci¢n con que lo hicieron en entonces. Desgraciadamente, el efecto psicol¢gico de ver morir a poblaci¢n europea y el impacto medi tico consiguiente no es el mimo que observar c¢mo aumentan las v¡ctimas civiles en Oriente Medio o se destripan a machetazos en algon lugar de Africa.

El conflicto entre serbios y kosovares hay que enmarcarlo en el contexto m s amplio de las consecuencias derivadas de la desintegraci¢n de la ficci¢n pol¡tica que fue la Repoblica de Yugoslavia, repoblica que las potencias internacionales, las mismas que hoy se entretienen jugando a pacificadores y a pueriles estrategas mientras la gente sigue muriendo, auspiciaron. Kosovo se ha sumado a la vor gine nacionalista surgida tras la ruptura del factor de cohesi¢n que, con sus particularidades, supon¡a el r’gimen comunista de Tito. Si en algunos espacios donde se desarrollaron las experiencias del comunismo real la crisis originada por la transformaci¢n, sin apenas transici¢n, del modelo econ¢mico ha supuesto la descomposici¢n social (Rusia), en otros, ha llevado a la desintegraci¢n del Estado pluralista por la v¡a del entendimiento, caso de la antigua Checoslovaquia, o, lamentablemente, por la v¡a del enfrentamiento, caso de Yugoslavia.

Pero en Europa, el kosovar es un nacionalismo peculiar. No se trata de un nacionalismo de ra¡ces hist¢ricas, es un nacionalismo ‘tnico y, como en todas las crisis balc nicas, religioso nacido de un crecimiento galopante de la poblaci¢n albanesa en el coraz¢n y nocleo de la Gran Serbia. En este sentido, no parece dif¡cil comprender por qu’ los serbios no aceptan la segregaci¢n de este territorio tal como lo hicieron con otras repoblicas.

El derecho internacional tiene interpretaciones diversas segon sus sujetos y d¢nde y cu ndo se aplique. De la misma forma que establece el derecho a la autodeterminaci¢n de los pueblos, establece, igualmente, el respeto a la soberan¡a de los Estados. En el conflicto de Kosovo, +qu’ argumento de estos dos deber¡a primar? La OTAN, y la comunidad internacional, en general, parecen haberse decantado por resolver el enfrentamiento de dos nacionalismos penalizando al de mayor capacidad militar, favoreciendo a la larga la independencia de Pristina. Sin embargo, no siempre esta es la f¢rmula elegida. As¡, Turqu¡a (miembro de la OTAN) viene desde hace mucho tiempo masacrando al pueblo kurdo y Rusia (aon gran potencia militar) ha hecho lo propio en Chechenia. Pero en uno y otro caso, la comunidad internacional se ha abstenido de intervenir argumentando que se trataba de asuntos internos de estos Estados.

El nacionalismo serbio es antiguo, y de antiguo rancio, aunque no por ello menos «leg¡timo» que el ruso, el turco o el propio norteamericano y quiz , incluso, m s democr tico. Otra cosa son los m’todos tan execrables utilizados por sus l¡deres e, incluso, el pueblo para defenderlo, m’todos que, es justo recordar, no son patrimonio exclusivo de las fuerzas serbias. No nos cabe la menor duda de la certeza de la buena voluntad de los dirigentes de la OTAN al querer parar la masacre que se est  produciendo entre serbios y kosovares y que apunta a una guerra en toda regla. Pero, teniendo en cuenta los referidos antecedentes, +no estar¡amos ante un agravio comparativo en la aplicaci¢n del derecho internacional? Con esta doble vara de medir, la moral pol¡tica internacional demuestra, una vez m s, una hipocres¡a supina. Es justamente lo que viene reclamando el presidente Milosevic cuando habla de un ataque a la soberan¡a de un peque_o Estado.

Y el Gobierno espa_ol participa de esta hipocres¡a tanto como los otros gobiernos europeos, inclusive el franc’s. Apurando el razonamiento hasta sus oltimos extremos, el Gobierno de Aznar, el mismo que pide la soberan¡a sobre el territorio de Gibraltar cuyos ciudadanos no desean integrarse en el Reino de Espa_a, no deber¡a descartar la aplicaci¢n de la misma regla de la injerencia en la soluci¢n del conflicto vasco. A fin de cuentas se contabilizan muertos en dos bandos.

La soluci¢n al conflicto de Kosovo no parece sencilla. Lo que es seguro que la intervenci¢n militar en curso de las fuerzas de la OTAN no va a contribuir a acabar con la crisis, incluso podr¡a agravarla y plantar un germen de inestabilidad con car cter permanente. No es leg¡timo ni prudente hacer ensayos de paz al coste de las v¡ctimas presentes y de la guerra en el futuro y m xime con la poca autoridad moral demostrada por estos se_ores de la guerra. Si Estados Unidos y sus lacayos quieren realmente jugar el papel de ecu nimes jueces deber n aprender a hacer verdadera pol¡tica. Y, por favor, +qu’ mejor momento que este? Ahora s¢lo cabe esperar que el sonido de las bombas se pare cuanto antes.

Autor

  • JAE
    Jose Escribano

    Responsable de Contenidos en Informativos.Net

    Ver todas las entradas
anterior
EL GENOCIDIO DE RUANDA
siguiente
Nei versi dei poeti Kosovari le antiche radici della Diaspora.

También te puede interesar

Sobre los independentismos de Flandes y Escocia

15 de junio de 2010

Sri Lanka e Irlanda: dos modelos de pacificación...

15 de junio de 2010

Reino Unido: Elecciones claves

7 de abril de 2010

Pugnas por Haití

9 de marzo de 2010

ALBERTO ARCE, COOPERANTE EN GAZA: “HOY HA MUERTO...

3 de enero de 2009

LAS MEJORES CIUDADES PARA VIVIR

29 de junio de 2008

BUSH CON BROWN – NO DE IRLANDA –...

17 de junio de 2008

MCCAIN VS OBAMA

9 de junio de 2008

EEUU: ¿MADURO PARA UN PRESIDENTE NEGRO?

9 de junio de 2008

COLABORA CON NUESTRA FUNDACIÓN

https://t.me/informativosnet

Nos cuidan…


  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram
  • Linkedin
  • Youtube
  • Email
  • Spotify
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Rss

© 1999-2025 • Fundación Informativos.Net


Ir arriba
Informativos.Net
  • Inicio
  • Life Style Magazine
  • Editorial
  • Secciones
    • Actualidad
    • Cultura
    • Entrevistas
    • Fake News
    • Gastronomia-Vinos
    • LifeStyle & Destinos
    • Medio Ambiente y Renovables
    • Seguridad, Autoprotección y emergencias
    • Salud
  • Archivo
    • Otros Paises
    • Panorama Mundial
    • Música
    • Noticias Curiosas
    • Cine
    • Empresas
    • Motor
    • Opinión del Lector
    • Chile
    • Catalunya
    • Publi-Reportajes
    • Tecnología
    • Vela
  • Políticas IA
  • Autores
    • Gema Castellano
    • Jose Escribano
    • Abel Marín
    • Christian Correa
    • Gustavo Egusquiza
    • Jesús Belenguer
    • Jose Anastasio Urra Urbieta
    • Pablo Arce
  • Sobre Gema Castellano